El hematocrito en los deportistas
Como hemos comentado, los deportistas suelen tener mayores requerimientos de todos estos nutrientes y si no son aportados adecuadamente se producen anemias en primer lugar y un descenso del hematocrito a continuación. El diagnóstico de la anemia debe ser realizado mediante una analítica, pero los deportistas deben saber que se pueden producir cambios naturales en la concentración de los glóbulos rojos y de líquido sanguíneo como consecuencia del entrenamiento, y uno puede caer en el error de diagnosticar un hematocrito bajo o una anemia cuando no es así. En primer lugar, el entrenamiento produce una hemodilución. Esto es un aumento del líquido plasmático que ya es visible en las primeras 24 horas después de una sesión de ejercicio intenso. Esta dilución de la sangre hace que el porcentaje de hematocrito se reduzca y puede hacernos creer que tenemos un hematocrito bajo cuando en realidad el número de glóbulos rojos no ha cambiado. Este aumento del líquido sanguíneo se produce por igual en hombres y mujeres, es independiente de la edad y suele permanecer aumentado durante los meses de entrenamiento de más volumen. Cuando esto ocurre se pueden diagnosticar falsas anemias o pseudoanemias del deportista. Los factores que contribuyen a la hemodilución -aparte del ejercicio- también Algunos deportistas pueden tener un hematocrito inferior comparado con personas sedentarias, pero eso no significa que no vayan a rendir bien. Hay muchos factores, entre ellos los nutricionales, que pueden afectar a este valor.