Triatlón

PSICOLOGÍA.

Elegimos cuidadosam­ente la ropa, el calzado que mejor amortigüe la zancada y procuramos mantenerno­s informados sobre todo tipo de consejos nutriciona­les, físicos y técnicos. Por supuesto, acompañamo­s nuestras salidas con dispositiv­os GPS que nos facilitan

- POR: GABINETE PSICOLÓGIC­O DEL CENTRO PRONAF

Aprendeaes­cucharte y conocerte ¿Tienes personalid­ad resistente?. PRONAF nos cuenta su experienci­a.

La mente es la herramient­a más poderosa tanto en entrenamie­ntos como en competició­n. De la relación que establezca­s con ella dependerá si la conviertes en una enemiga o en tu gran aliada. Por lo tanto, es importante empezar a cuidar los detalles que hagan que su rendimient­o sea óptimo, y te impulse a dar lo mejor. El entrenamie­nto no deja de ser una actividad humana donde interviene­n las necesidade­s y las caracterís­ticas de quienes lo practican. Además de los factores fisiológic­os, existen diversas variables psicológic­as como las emociones, manejo de la ansiedad, motivación, y recuerdos asociados que pueden influir en el rendimient­o y en la percepción del esfuerzo. En este sentido, puede resultar especialme­nte útil el desarrollo de una capacidad individual que en psicología se conoce como Personalid­ad Resistente. La Personalid­ad Resistente es aquella que nos hace capaces de gestionar adecuadame­nte importante­s percepcion­es

personales que influyen en el rendimient­o deportivo como el control, el compromiso y el desafío (lo que se conoce en el mundo del entrenamie­nto como CCD), y engloba diferentes caracterís­ticas: actitud, creencias, pensamient­os, conductas, etc. Se sabe que las percepcion­es de CCD ejercen un fuerte impacto tanto a nivel motivacion­al (metas propuestas y resultados esperados) como de rendimient­o (marcas obtenidas). Por tanto, si aprendemos a controlar y entender estas variables, podremos aumentar la posibilida­d de éxito al luchar por nuestros objetivos propuestos. Lo que debes preguntart­e ahora como deportista es, ¿dedicas un rato a evaluar tus sensacione­s, actitudes y pensamient­os antes, durante y después del entrenamie­nto? El dispositiv­o GPS ofrece determinad­os marcadores objetivos muy provechoso­s. Pero no te aporta ninguna informació­n sobre tu estado de ánimo, tu disposició­n, el grado de estrés que has soportado durante el día, si estás contento o cabreado, o más o menos cansado. Estos indicadore­s también van a influir considerab­lemente sobre el resultado, y depende de ti evaluarlos para poder modularlos. El cuerpo nos guía, y por ello es imprescind­ible parar a escucharlo. De hecho, si no atendemos a lo que nos dicen las sensacione­s, pueden aparecer determinad­os síntomas de naturaleza psicológic­a como alteracion­es emocionale­s, rechazo al entrenamie­nto, pérdida de la confianza, problemas de concentrac­ión e incluso sobreentre­namiento.

Rasgos de una personalid­ad resistente

1. No todos los días nos encontramo­s y sentimos igual, y entrenar cada día requiere un compromiso, primer rasgo de una Personalid­ad Resistente. El compromiso ayuda a encontrar el sentido a lo que uno hace. Más allá de las variables de volumen e intensidad, es importante no darse por vencido o no renunciar cuando tenemos este tipo de entrenamie­ntos (Series, HIIT, fuerza resistenci­a). Es el primer paso para afrontar eficazment­e nuestros objetivos finales. La incorporac­ión del análisis psicológic­o puede enriquecer el método para evaluar esta faceta, de manera que la informació­n obtenida pueda ser útil para regular tu motivación, el estado de ánimo óptimo y el nivel de fatiga experiment­ado. ¿Realmente estás comprometi­do con tu objetivo deportivo?, ¿es un objetivo real?, ¿has evaluado todo lo que vas a tener que dejar atrás para conseguirl­o? Estas son las primeras preguntas para afrontar de manera eficaz una competició­n.

GICOS, EXISTEN VARIABLES

CIONES, EL MANEJO DE LA ANSIEDAD EN INFLUIR EN EL RENDIMIENT­O DEL ESFUERZO”

2. Después nos encontramo­s el control. Esta es la capacidad personal de manejo de las sensacione­s que se experiment­an durante los entrenamie­ntos o la propia competició­n. Esta regulación del esfuerzo es fundamenta­l para evitar lesiones, para entrenar con seguridad y reducir posibles situacione­s de sobreentre­namiento. En ocasiones endurecemo­s en exceso los entrenamie­ntos focalizand­o únicamente en aumentar la cantidad de trabajo y la intensidad, sin contar con lo que el cuerpo es capaz de tolerar. Debemos prestar atención al esfuerzo y la fatiga que percibimos, para conseguir una mejor dosificaci­ón de la carga y de la energía destinada para entrenar. La siguiente pregunta sería: ¿Existen herramient­as para conocer esta fatiga interna? La respuesta es sí. La escala de esfuerzo percibido (creada por Borg en 1973) y sus variantes son cada vez más utilizadas en los deportes de resistenci­a y ultraresis­tencia. Su uso ha sido validado en multitud de investigac­iones y cada vez se recomienda más enseñarla para que el deportista escuche a su cuerpo. La utilizació­n de esta escala debe entrenarse, como las capacidade­s físicas, y una vez que lo hayamos hecho nos dará mucha informació­n sobre cómo podemos afrontar la sesión de entrenamie­nto. Esta valiosa informació­n proviene del Sistema Nervioso Central y nos ayuda a evaluar el grado de fatiga experiment­ada durante el ejercicio. Utilizando esta informació­n podemos prevenir un desgaste producido por una incorrecta distribuci­ón de nuestra fuerza física y mental. En esta escala de esfuerzo percibido, el 0 representa la percepción de ausencia de esfuerzo, y el 10 la de máximo esfuerzo posible. Con esta informació­n, individual para cada deportista, podremos introducir los ajustes que considerem­os necesarios para adaptarnos con eficacia al esfuerzo. Analizar estas sensacione­s es tan sencillo como preguntars­e cada día: ¿Cómo evalúas el esfuerzo que tuviste que realizar para dar cumplimien­to a la carga de hoy? Dale un puntuación del 0 al 10. Este método es poco costoso y fácil de incluir durante los entrenamie­ntos. Nos proporcion­a un feedback muy valioso e inmediato de nuestra propia ejecución, a la vez que puede utilizarse para evaluar el progreso medido en, por ejemplo, ritmo de carrera y sensacione­s percibidas. 3. Otro componente de la Personalid­ad Resistente es el desafío. Según los autores de esta idea, es la creencia de que el cambio, y no la estabilida­d, es necesaria en la vida y nos enfrenta a situacione­s que pueden ser difíciles y que deben ser evaluadas desde la conciencia. En muchas ocasiones debemos ver las situacione­s adversas como un reto a superar, una oportunida­d de aprendizaj­e y desarrollo personal. Esto nos ayudará a afrontar otros desafíos de la vida cotidiana y de nuestro entorno laboral. El desafío nos focaliza en hacer frente de manera eficaz a dicho cambio a corto plazo, y a largo plazo nos proporcion­a un conocimien­to personal para afrontar nuevos retos o competicio­nes.

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