SERES HUMANOS
Me da un flato agotador cada vez que me cruzo con esos perfectos cretinos que dedican tanta energía a presumir gritando a los cuatro vientos que son dueños de su destino, que se merecen cada uno de sus éxitos y que intentan convencerte de que puedes hacer cualquier cosa, siempre que realmente lo desees y te lo propongas, como han hecho ellos. Es curioso que luego, cuando "la cagan", entonces eso ya no es cosa suya sino un capricho de la suerte. ¿ Dónde se esconden todos estos gurús de la vida para ofrecerles su método infalible para la consecución de cualquier objetivo, por ejemplo, cuando esos padres que tienen que ver impotentes como la vida de sus hijos se va apagando por enfermedades incurables? No creo que haya nadie más motivado ni con más determinación para poner todas sus fuerzas y recursos en conseguir algo, en su caso debería ser incluso más fácil. No puedo evitar calentarme un poco al ver que en esto del deporte cada vez se vende más y más la gran mentira del "querer es poder". Hay infinidad de personas que no es quieran, es que necesitan a vida o muerte que sucedan ciertas cosas, ponen hasta su alma para lograrlo y al final, las circunstancias les atropellan sin piedad. Hacer un triatlón o un ironman no nos otorga poderes extraterrenales, ni siquiera nos hace especiales, tan sólo nos hace deportistas que lo pasamos muy bien entrenando nuestros cuerpos y disfrutando de las competiciones. Sin más. Claro que para "poder" primero hay que "querer", pero creo que es peligroso que uno se llegue a creer que lo que ha llegado a lograr es una heroicidad, máxime cuando no es más que hacer deporte por mucho que haya cambiado tus hábitos, tu cuerpo, tus amistades o incluso tu propia vida... Porque sólo ha cambiado la tuya y por ahí hay gente que ha estudiado muy duro 15 años y que en lugar de quedarse en el primer mundo haciendo caja, se han ido al tercero para con unos recursos limitados, irse a intentar curar a niños desamparados. Que no os emborrachen de tonterías. Acabar un Ironman es asequible para cualquier persona sana dispuesta a someterse al entrenamiento físico. Es un proceso más o menos largo en función del estado de cada uno en el punto de partida, sin necesidad de que haya que asumir una constancia patológica y eso sí, sabiendo que te espera una dosis de dolor importante el día de la prueba. Ese día la luz no llevará ese filtro anaranjado de CSI Miami con el que editan los vídeos de Kona, y tu cuerpo seguramente luzca tan fino y brillante como los de esos atletas que ves en las fotos, sólo que ese día entenderás que el look proviene de la deshidratación y de siete capas de sudor ácido y pegajoso. He tenido el privilegio de estar cara a cara con varios vencedores del Ironman de Kona y es curioso que precisamente ellos tengan una visión tan humilde de sus logros, sin perder nunca la máxima ambición para conseguir lo máximo. Pelear por tus sueños es el cimiento hacia una vida feliz, la única manera de al menos dirigirte hacia donde aspiras. Aunque es cierto que cuanto más pelees más opciones tendrás de aprovechar tus muchas o pocas posibilidades de conseguirlo, el secreto de vivir con intensidad empieza en aceptar que somos muy frágiles, que las circunstancias que nos rodean marcan un factor totalmente determinante ya no en nuestro mañana, sino en nuestro ahora. El triatlón bien entendido, desde la cultura del esfuerzo y desde el aprendizaje de no arrugarse ante un reto, te puede ayudar a mejorar si luego tienes la capacidad de trasladar esa determinación del deporte a tu enfoque ante la vida... Pero sin olvidar nunca que sólo somos triatletas, que sólo somos seres humanos.
“Pelear por tus sueños es el cimiento hacia una vida feliz, la única manera de al menos dirigirte hacia donde aspiras. Aunque es cierto que cuanto más pelees más opciones tendrás de aprovechar tus muchas o pocas posibilidades de conseguirlo, el secreto de vivir con intensidad empieza en aceptar que somos muy frágiles”