La Razón (Madrid) - Tú Economía
Qué hay que tener en cuenta para invertir en Bolsa en verano
Si se confirma la tregua entre Estados Unidos y China, será un periodo ligeramente alcista. En un escenario positivo, los analistas pronostican que el Ibex 35 escalaría por encima de los 9.500 puntos
El mercado se adentra en un periodo marcado por la volatilidad y el bajo volumen de contratación. Los analistas esperan que el Ibex pueda romper la barrera de los 9.500 puntos.
Tras anotarse una subida próxima al 8% durante el primer semestre del año y registrar el mejor mes de junio desde 2012 –con un avance superior al 2%–, el Ibex 35 se adentra en el verano con la vista puesta en las noticias sobre la guerra comercial, en la resolución del Brexit y en los resultados económicos y empresariales; es decir, en los catalizadores que causarán volatilidad durante las sesiones venideras.
En este contexto, muchos inversores o ahorradores con poca aversión al riesgo se preguntarán, antes de colocar la sombrilla y estirar la toalla, por los niveles que registrará el mercado bursátil al final del verano para decidir si es, o no, un buen momento para comprar acciones. Y los expertos consultados opinan que, en la medida en la que se confirme la frágil tregua entre Estados Unidos y China, será un verano ligeramente alcista para las bolsas.
Ignacio Serrats, analista de XTB, piensa que en caso de un escenario geopolítico positivo, podríamos ver al índice incluso por encima de los 9.500 puntos. Pero si la situación no fuera tan halagüeña, tampoco descarta un retroceso del selectivo español hasta el entorno de los 8.500 puntos.
Por su parte, David Galán, director de Bolsa General y del curso de bolsa de la E.F. Business School, remarca que ningún buen inversor ha ganado dinero por adivinar el futuro, sino por evitar los grandes errores y seguir un método que tenga esperanza matemática positiva y permita obtener ganancias a largo plazo. En cualquier caso, recuerda que ha habido meses de agosto muy movidos y negativos, como el de 2011 o en menor medida el de 2015; y cree que este año deberíamos ser positivos con el mercado, ya que el Ibex ha roto la resistencia de los 9.330 puntos y parece que quiere retomar las subidas.
El aparente «alto el fuego» decretado por Donald Trump y Xi Jinping en la pasada cumbre del G-20 ha supuesto un aliciente para insuflar optimismo en las principales plazas globales, donde se empezó a respirar con cierto alivio a expensas de ver cómo se concretarán los acuerdos alcanzados entre Estados Unidos y China, las dos potencias económicas mundiales.
A ello habría que añadir la nueva tendencia de la política monetaria que se articulará, especialmente, a ambos lados del charco; después de que la máxima autoridad monetaria europea abriera las puertas a inyectar nuevos estímulos a la economía europea y de que la Reserva Federal estadounidense dejara entrever prontas bajadas de los tipos de interés.
POLÍTICA MONETARIA
Las decisiones de los principales bancos centrales impulsaron las bolsas de todo el mundo. Y aunque la próxima reunión de la Fed se celebrará a finales de este mes de julio –volverá a copar gran parte de la atención de los inversores y analistas–, el futuro más inminente del Ibex 35
En una situación poco halagüeña, el selectivo español podría situarse en el entorno de los 8.500 puntos
dependerá fundamentalmente de la evolución de los principales conflictos geopolíticos actuales.
Asimismo, el analista de XTB explica que el crecimiento económico es otra de las cuestiones que preocupa, y mucho, a los inversores. Y es que ya hay múltiples indicios de ellos. Los datos muestran desde el inicio de este año una ralentización general que de, confirmarse finalmente, podría poner fin a las recientes escaladas alcistas conseguidas por los índices.
De forma paralela, Serrats considera interesante observar el comportamiento que tendrán otros activos como el oro, las materias primas o incluso bonos gubernamentales de buena calidad crediticia, que podrían utilizarse como refugio durante estos meses, a la espera de la vuelta a la normalidad.
MENOS VOLUMEN, MÁS VOLATILIDAD
Tradicionalmente, la época estival suele enfriar los mercados bursátiles, ya que los volúmenes de negociación tienden a caer y, como consecuencia, la volatilidad a dispararse, dado que los mercados se mueven de forma más abrupta durante las vacaciones. De hecho, los gráficos de evolución demuestran que hay dos períodos claramente diferenciados: el que oscila entre mayo y octubre y el comprendido entre noviembre y abril.
En concreto, desde 1995, el selectivo español se ha enfriado durante los meses más calurosos y ha subido con claridad desde noviembre hasta abril, en línea con el resto de plazas.
Galán revela que, yendo mes a mes, «el selectivo español tiene un ligero rendimiento negativo medio en julio, agosto y septiembre. Estacionalmente es el peor período del año para la bolsa española, sin que eso signifique que todos los años tenga que bajar», concluye.