La Razón (Madrid) - Tú Economía
El súper, presente y (mucho) futuro
EnEn 2018 el sector de los supermercados ha vuelto a tener una ligera evolución positiva, y continúa con la transformación que se está produciendo en los últimos años, gracias al esfuerzo innovador de las compañías y su búsqueda permanentemente de la eficiencia y la satisfacción del cliente. Y es que los supermercados no compiten sólo entre ellos, ni siquiera lo hacen entre los diferentes formatos de tienda al que cada uno de nosotros tenemos acceso. Hoy día existe una oferta de consumo global, de miles de comercios físicos y/o digitales, que no para de crecer y que ofrece miles de posibilidades y alternativas.
Este año ha sido especialmente significativo, además, por el crecimiento de las ventas en productos frescos, uno de los principales objetivos, con un aumento de la cuota de ventas y un incremento de la superficie en tienda dedicada a estos productos que se ha incrementado casi un 20% en los últimos 5 años.
Todo este crecimiento del sector se fundamenta en tres tendencias básicas: la salud, el 90% de los consumidores considera que a través de la alimentación puede contribuir positivamente a su salud. La segunda tendencia es el placer: el acto de comer en nuestra sociedad es algo que hacemos varias veces al día y es mejor poder disfrutar. Y la tercera es la conveniencia, es decir, satisfacer necesidades concretas en momentos concretos.
Además, la proximidad, la experiencia de compra y un surtido atractivo siguen ganando terreno en la mente del consumidor a la hora de elegir dónde y qué comprar. Un consumidor cada vez más exigente y pragmático impulsa a las tiendas a un nuevo modelo que integre la
innovación orientada a satisfacer necesidades de alimentación y gran consumo de la forma más fácil y eficaz.
Igualmente, el sector experimenta una apuesta por la transformación digital que va más allá del comercio electrónico, con un cliente multicanal, cada vez mejor informado, que integra la tecnología en su vida cotidiana. Hablamos de TIC y Big Data que elevan exponencialmente la experiencia de compra, o de redes sociales que permiten interactuar y conocer mejor a los clientes, así como de soluciones tecnológicas incorporadas a la cadena de suministro, que han logrado unos procesos cada vez más fiables y ágiles.
Por otro lado, los supermercados afrontan progresivamente retos cada vez complejos. La garantía de la seguridad alimentaria, el comercio justo, la modernización y redimensionamiento de la cadena agroalimentaria, la introducción de nuevas tecnologías en la cadena de suministro y en la relación con el cliente, la gestión medioambiental de residuos y eficiencia energética, la accesibilidad, la lucha contra el desperdicio, la mejora de la nutrición y de los hábitos de vida, etc… Todas ellas son todo ellos cuestiones en las que se está trabajando de forma efectiva, adelantándonos a la legislación vigente y trabajando en un marco regulatorio muy complicado, en el que inexplicablemente persisten restricciones regulatorias en materia de nuevas aperturas, horarios, promociones, etc.