La Razón (Madrid) - Tú Economía
Competencia aprovecha el vacío de poder para poner en peligro el futuro energético
Diversas voces se alzan en contra de los recortes. La propuesta del regulador ahuyenta la inversión, pone en riesgo el empleo y dificulta la lucha contra el cambio climá tico
El presidente Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha aprovechado el vacío de poder en el Gobierno, en funciones desde el 28 de abril, para aprobar una propuesta de recortes al sector energético y poner contra las cuerdas a una actividad industrial que contribuye a la riqueza económica y social del país de forma relevante.
Marín Quemada y la mitad de los consejeros del organismo tienen que ser renovados en octubre. A pesar de esta interinidad, se han decidido a provocar una hecatombe sin miedo a las consecuencias que ésta pudiera generar. ¿La razón? No serán ellos los que tendrán que dirimir los efectos demoledores que ya están provocando en la economía, el empleo y la lucha contra el cambio climático.
La falta de visión de largo plazo del presidente de la CNMC desvela un deseo de protagonismo en el final de su mandato. Caiga quien caiga. Tal es así, que incluso su propuesta ha provocado una disección en el cuerpo técnico del regulador, donde un grueso del mismo asegura no haber sido involucrado en la elaboración de la propuesta de recortes. Puede que éste sea el motivo por el que el regulador haya hecho públicos unos cálculos del ajuste que no son correctos y que están por debajo de sus estimaciones de impacto. De ahí que diversos representantes del mundo económico y social hayan alzado su voz para alertar de las importantes consecuencias que tendría para el país.
Uno de los primeros en avisar del impacto económico negativo fue el propio presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien calificó el recorte de «barbaridad» por la «avería» causada en las empresas que llegaron a perder en bolsa casi 6.000 millones de euros. «La previsibilidad y la regulación –añadió– tienen que tener una estabilidad y no puede ser que cada día se vaya cambiando». Incidió en que se ha lanzado un mensaje de inestabilidad a los inversores que «no es bueno». «Los accionistas de estas empresas son los españoles de a pie y también los fondos extranjeros, que son fundamentales», concluyó.
ARBITRAJES INTERNACIONALES
Esta advertencia fue tan solamente un preludio de lo que llegó después. Los fondos presentes en algunas de las compañías energéticas que operan aquí, donde destacan Allianz Capital Partners, JP Morgan Assets Managment o Abu Dhabi Investment Council, están barajando ya alternativas judiciales contra España. Nuestro país corre el riesgo de volver a estar en el foco mediático por los arbitrajes internacionales, al igual que ocurrió con las renovables tras la reforma de 2013.
La Cámara de Comercio de España, que preside José Luis Bonet, ha pedido que se abra una fase de diálogo constructivo con la Administración y las empresas del sector con el objetivo de que no se genere incertidumbre regulatoria. Insistió, asimismo, en la necesidad de dar previsibilidad regulatoria a largo plazo para una actividad clave en la economía española, como es el sector energético. «La previsibilidad regulatoria es especialmente importante para los miles de pymes del sector, ya que en caso contrario se desincentivaría la inversión y, lógicamente, se ralentizaría la actividad económica», añadió.
Y es que, precisamente los efectos de los potenciales recortes ya han sido palpables en lo que se refiere a la expansión y nuevas inversiones. En este sentido, Nedgia, Madrileña Red de Gas y Gas Extremadura, que se encuentran en el «top 5» de empresas de redes de gas, han anunciado un parón tem
poral en sus inversiones.
La Comisión Nacional del Mercado de la Competencia ha provocado de esta manera un efecto dominó de consecuencias insalvables. El empleo es la segunda pieza en caer, ya que se han puesto en riesgo miles de puestos de trabajo, tal y como han alertado las centrales sindicales Comisiones Obreras (CC OO) y Sindicato Independiente de Energía (SIE), al igual que la patronal de instaladores de gas (Conaif ), con un total de 19.000 empresas asociadas y que generan un empleo de más de 100.000 personas en toda España.
SUMINISTRO
El sindicato de Unai Sordo puso el foco en la tercera pieza que cae del dominó: el medio ambiente y la necesidad de asegurar la calidad del suministro energético. «Hay que tener en cuenta las decisiones que pudieran afectar a la política energética, como es la sostenibilidad y seguridad del suministro, así como la penetración de nuevas tecnologías», señaló.
La razón es que precisamente y, según considera la propia Comisión Europea, el gas está llamado a sustituir los combustibles más contaminantes como son los derivados derivados del petróleo o el carbón. Esta tecnología también es clave para esa transición energética como socio de las renovables, debido a su rápida reacción para respaldar el sistema cuando las otras fuentes no puedan funcionar.
En este mismo sentido se ha pronunciado también Carles Campuzano, exdiputado y miembro del Partido Demócrata Europeo Catalán. En su opinión, una «abrupta» alteración de la retribución «provocaría la desinversión y pondría en riesgo el mix energético» diseñado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
Pero aún hay más. Con ese recorte se acabaría de un plumazo con la innovación y el desarrollo de nuevas energías que podrían implantarse gracias a las redes de gas, como el hidrógeno o el gas renovable. Se perdería así una nueva oportunidad de progreso económico, ya que este último podría generar entre 15.000 y 20.000 nuevos empleos en el futuro, según un informe de Sedigas.
Al mismo tiempo, las redes pueden ser una solución para el almacenamiento de la energía, tal como ha asegurado Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2), para quien las de gas natural constituyen un método de gestión ya existente, planificado y muy conocido. La excedentaria generada en determinadas estaciones del año podría ser convertida en hidrógeno y almacenada en ella.
Los avisos llegan incluso desde fuera de nuestras fronteras. Así, James Watson, el secretario general de Eurogas, asociación que representa a los sectores mayoristas, minoristas y de distribución de gas en Europa, alertó de que la «UE apuesta decididamente por el gas renovable en 2050, y es una equivocación que como consecuencia de las circulares, en España no se pueda seguir invirtiendo en la red de gas».
El secretario general de la International Gas Union, Luis Bertrán, cree que en España todos los agentes deben ayudar a reforzar las inversiones en un sector claramente contribuyente al desarrollo de las economías en el mundo, y compatible con un desarrollo sostenible.
Existen demasiadas cosas en juego como para que todo esté en manos de una CNMC interina, que no ha consultado con el Gobierno ni con el sector, y cuya propuesta está en contra ya no sólo de las directrices del Ejecutivo, sino también de la recomendaciones que se han dado desde la UE para acabar con el calentamiento global.