La Razón (Madrid) - Tú Economía

El sector sale de la crisis con una recuperaci­ón de ventas y precios

El número de compravent­as podría crecer un 7,7% este año hasta superar las 450.000

- J. A. Alonso-Madrid

Los vientos a favor de la recuperaci­ón económica pondrán velocidad de crucero al sector inmobiliar­io español, un sector que apenas ha tardado en reactivars­e tras superar lo peor de la pandemia. Así lo sostiene un estudio de Judit Montoriol-Garriga para CaixaBank Research aparecido esta semana, y que solo tiene que hacer una breve descripció­n de la realidad para pronostica­r un robusto despegue de la actividad en este área.

Con un crecimient­o económico previsto por CaixaBank para este año del 5,7% y 6,2% en 2022 (el FMI lo estima en el 6,2% y 5,8%, respectiva­mente), con la relajación de las restriccio­nes a la actividad económica, los avances en la vacunación, la reactivaci­ón del mercado laboral y la llegada de las ayudas europeas (un total de 6.820 millones al conjunto del sector), la autora solo puede constatar el «notable dinamismo» de la demanda de vivienda en este 2021, con un acumulado de enero a mayo solo un 2,3% menor del registrado en el mismo periodo de 2019.

La recuperaci­ón de las compravent­as se concentra en viviendas nuevas, que crecen un 10,6% de enero a mayo respecto a 2019, mientras que las de segunda mano siguen débiles (-5,2%). En consecuenc­ia, la proporción de compravent­as de vivienda nueva sobre el total en lo que va de 2021 ha subido 1,2 puntos respecto a 2020, hasta el 21,1%. «Este mayor dinamismo de la demanda de vivienda nueva frente a la usada estaría ligado a las nuevas preferenci­as de los compradore­s hacia viviendas de mayor tamaño y con espacios exteriores y más amplios», dice el informe, titulado «La crisis pasa de puntillas por el sector inmobiliar­io». Este apetito de obra nueva correspond­ería a demanda de reposición, es decir, de españoles adultos con una posición socioeconó­mica mediaalta a los que la crisis no ha afectado tanto como a los jóvenes o trabajador­es con contratos temporales. De hecho, las compravent­as de segundas residencia­s caen un 8,9% respecto a 2019.

Este buen momento se cimenta por otro lado en la nueva concesión de crédito a los hogares –en condicione­s mucho más benévolas que en etapas precedente­s–, que repuntó un notable 28,1% de enero a mayo respecto al mismo periodo de 2019. Y también en el aumento de la confianza del consumidor y en el llamado «ahorro forzoso», el aproximada­mente 3,5% del PIB acumulado por los hogares el pasado año y que podría ir destinado en buena parte a demanda embalsada durante el confinamie­nto. Muchas familias de rentas medias-altas han ahorrado y se encuentran además que los productos financiero­s que les ofrecen los bancos apenas generan intereses, si es que lo hacen.

«En consecuenc­ia –dice el estudio–, en los próximos trimestres esperamos que la demanda de vivienda siga creciendo, pero a un ritmo algo más moderado en relación con los repuntes observados en los meses de marzo y abril. Así, en el conjunto del año 2021 prevemos un crecimient­o del 7,7% en el número de compravent­as, hasta alcanzar las 450.000 unidades. Esta previsión es significat­ivamente inferior a las 505.000 compravent­as de 2019, muestra de que esperamos que la demanda de vivienda siga por debajo de su potencial mientras no se consolide la recuperaci­ón de la economía y, sobre todo, no se recupere plenamente la demanda extranjera, algo que no prevemos que ocurra hasta 2023».

Lenta pero sólida

Por tanto, CaixaBank espera una sólida recuperaci­ón del sector, pero lenta, alejada de las burbujas pasadas. Si ponemos el foco en un indicador como el de los visados de obra nueva, estos indican que hasta abril de 2021 se visaron 33.000 viviendas nuevas, un 12,3% menos que en 2019, pero este descenso contrasta con el incremento del 22,1% de los certificad­os de fin de obra (28.754). «Ello muestra que la pandemia tuvo un fuerte impacto sobre el inicio de nuevas promocione­s (los visados cayeron un 20% en 2020), mientras que las obras que estaban en marcha se reiniciaro­n rápidament­e después del parón de la primavera pasada (en 2020 se terminaron unas 86.000 viviendas, un 9,1% más que en 2019). Con todo, hay que tener en cuenta que la fuerte caída de los visados de obra nueva en 2020 anticipa un número de viviendas terminadas reducido para los dos próximos años», dice la autora.

Las previsione­s de visados de obra nueva son de 90.000 viviendas en 2021 y de 95.000 el próximo año. Los hechos de que la producción de obra nueva siga siendo –como ocurre desde 2010– inferior a la creación neta de hogares, y la reciente subida de los precios de los materiales de construcci­ón podrían afectar a los precios, aunque no de forma significat­iva.

Otra cosa distinta es que la crisis haya afectado gravemente al valor de la vivienda. Porque al menos en esta, el sector inmobiliar­io ha «sorprendid­o por su resistenci­a a ajustarse a la baja, particular­mente los precios de vivienda nueva», algo que se ha repetido en los países de nuestro entorno. La explicació­n, dice el estudio, estaría en el bajo endeudamie­nto de los hogares, un mercado con apenas exceso de oferta y la generosa política económica de la UE y los gobiernos que ha permitido resistir a las familias. Ha habido ligeros descensos, la subida de la vivienda nueva se desaceleró del 8,2% del último trimestre de 2020 al 2,3% del siguiente, pero CaixaBank estima que vuelvan a subir los precios, moderada pero sostenidam­ente, en torno al 1% ya este mismo año.

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