Inflación 6.5

El IPRI también registra su mayor subida desde 1976

Las alzas de impuestos tampoco ayudan

LaLa inflación sigue en máximos históricos, situándose en el punto más alto desde mayo de 1992. El 2021 terminó con una tasa de variación anual que llegó al 6,5% en su índice general, siendo la subyacente del 2,1%. Si analizamos el índice de precios industriales (IPRI) el panorama no es más alentador. Según los últimos datos publicados, el IPRI cerrará también diciembre con la mayor subida registrada en toda su serie histórica desde 1976.

La pérdida del poder adquisitivo del ciudadano ya es más que evidente, así como los efectos en nuestra competitividad empresarial.El primer análisis nos lleva a los precios de la energía, a la cesta de la compra –alimentación y bebidas no alcohólicas– o a los carburantes. Lo peor, es que todo apunta a que no parece que vayan a disminuir en el corto plazo. Otra cuestión clave será ver en qué medida las presiones inflacionistas se trasladan a los sueldos.

Por otro lado, el barril de petróleo sigue cotizando al alza y las medidas para mitigar el precio de la factura de la luz no llegan al ciudadano, no basta con invocarlas. A ello se añaden las subidas de impuestos realizadas y anuncia das que no ayudan en este escenario. La inflación disminuye o roba capacidad adquisitiva a la población; en especial a la más vulnerable y con menos ingresos, actuando como una especie de impuesto invisible. En definitiva, como decía el clásico, «malos tiempos para la lírica».