La Razón (Madrid) - Tú Economía
Presentación en el mercado en dos años
► Mosa Meat es la creadora de la primera hamburguesa celular
El profesor de Fisiología Vascular de la Universidad de Maastricht Mark Post presentó en 2013 la primera hamburguesa de laboratorio, la cual se generó directamente a partir de las células de la vaca, en lugar de criar y sacrificar un animal completo. Fue el resultado de años de investigación y el coste de producirla ascendió a 250.000 euros. El proyecto fue financiado por Sergey Brin, cofundador de Google, y, tras su éxito, se creó Mosa Meat, una compañía de la que Post es el director científico y en la que ha invertido el propio Leonardo Dicaprio, para comercializar esta carne cultivada a un precio competitivo.
«El propósito de la hamburguesa que presentamos en 2013 era mostrar que la ciencia es realmente posible. Pero el producto no era perfecto y su coste de producción era prohibitivo. Por este motivo, desde 2013, venimos trabajando intensamente en I+D con dos focos. En primer lugar, hemos estado mejorando el producto. Por ejemplo, la hamburguesa de 2013 no contenía grasa (que es importante para el sabor y la textura), por lo que hemos estado trabajando para agregarla. En segundo lugar, hemos estado trabajando en cómo pasar de la escala de laboratorio a un proceso industrial que, en última instancia, pueda producir hamburguesas a precios competitivos en el mercado (y sin usar componentes derivados de animales en el proceso de producción, excepto las células iniciales). Paralelamente, hemos hecho crecer la empresa de solo dos fundadores a un equipo internacional formado por más de 80 científicos, ingenieros y desarrolladores de negocios», asegura un responsable de Mosa Meat.
La compañía se ha marcado como objetivo realizar una primera introducción en el mercado en los próximos dos años, aunque sus directivos reconocen que es muy difícil comprometerse con un marco de tiempo particular porque todavía hay algunas incógnitas científicas y varios factores fuera de su control, empezando por el proceso regulatorio de un sector tan sensible. «La primera introducción probablemente será a pequeña escala, aunque nuestro objetivo es estar ampliamente disponibles en restaurantes y supermercados», apostillan.
Sin sacrificio
Post creó la hamburguesa a partir de las células madre extraídas de los músculos del animal, recolectadas mediante biopsia (causándole por tanto un daño mínimo) para, después, reproducirlas de manera controlada, creciendo y formando un nuevo tejido muscular. «Si queremos proporcionar carne a la creciente población humana, necesitamos un método de producción más eficiente. Además, el ganado contribuye significativamente al calentamiento global a través de la liberación descontrolada de metano, un gas de efecto invernadero entre 20 y 30 veces más potente que el dióxido de carbono. Se prevé que la producción de carne cultivada podría generar emisiones de gases de efecto invernadero significativamente más bajas, ayudando a evitar las desastrosas consecuencias del cambio climático», apuntan los responsables.
«Además, la carne cultivada podría contribuir a resolver la próxima crisis alimentaria sin tener que sacrificar a miles de millones de animales para alimento cada año. La carne y los mariscos cultivados se pueden hacer a partir de una pequeña muestra de células sin necesidad de matarlos», concluyen desde Mosa Meat.