La Razón (Madrid) - Tú Economía
Los impuestos de la discordia
LaLa Reforma Fiscal de Unidas Podemos ha caído con estrépito en el Parlamento. Los diputados del Partido Socialista sumaron sus votos a los de Ciudadanos, Partido Popular y Vox.
El PSOE no se ha equivocado como sí lo hizo el diputado popular Alberto Casero en la Reforma Laboral. Los socialistas votaron con plena conciencia y cerraron una alianza coyuntural y sorprendente con la derecha en el terreno de los impuestos, donde las distancias están tan alejadas como Ícaro.
El PSOE tenía muy claro que votaría en contra de su socio gubernamental y de los partidos que auparon a Pedro Sánchez a La Moncloa. Una raya en la arena.
El principal partido del Gobierno no acepta la iniciativa de sus socios en la Moncloa cuando se trata de los nudos gordianos que atan la ayuda comunitaria a España. Un nudo estratégico es la política fiscal, los otros: la Reforma Laboral de Yolanda Díaz, tamizada por Economía, y la Reforma de las pensiones que espera la supervisión de los hombres de negro europeos. La situación política está para pocos juegos, como en los viejos tugurios.
La lealtad al socio de coalición o al compañero de partido es algo preciado y raro como el osmio, el metal precioso más escaso del mundo. La formación morada decidió alzar la voz y no esperar al proyecto que elabora Hacienda.
Querían demostrar que ellos, sin dudarlo, si que subirían los impuestos a los ricos egoístas, a las enchufadas energéticas y a la impopular banca.
El PSOE, por ahora, rechaza el envite, pero no porque esté radicalmente en contra, sino porque, en realidad, desea dirigirlo él.