Regasificadoras, una oportunidad

EspañaEspaña podría convertirse en un «hub alternativo» para el suministro de gas a Europa ante la invasión de Ucrania.

Tenemos 6 plantas de regasificación que concentran el 30% de la capacidad de almacenamiento de la Unión Europea. Si sumamos la planta portuguesa de Sines, la península se convierte en la región mejor preparada de Europa para una gestión a gran escala del gas licuado, denominado GNL. De esta manera, España tendría garantizado el suministro, ya que más del 45% del gas llega por gaseoducto desde Argelia, y el resto vía plantas de regasificación

Es decir, para evitar la dependencia energética europea de Rusia, existe la posibilidad de que España sea un actor principal con una masiva exportación de GNL a toda Europa. Un problema importante es que la actual conexión a Francia solo permite llevar a Europa un 13% de la capacidad del gas procedente de los gaseoductos rusos. Problema creado por la denegación del proyecto Midcat, que suponía la construcción de un gasoducto que conectaría las redes de distribución de España y Francia, cruzando los Pirineos.

Sin embargo, a Francia no le interesaba la creación de este gasoducto, prefiriendo que el gas vaya hasta sus tres plantas regasificadoras, que se ubican principalmente en la ciudad de Marsella.

Ahora, y desde la OTAN, se ha planteado la posibilidad de recuperar este ambicioso proyecto que es Midcat. Pero nuestro propio Presidente dinamita esa posibilidad. Primero, impidiendo la explotación mediante fracking de nuestro gas esquisto, que ya importamos de Estados Unidos; y segundo, con su rendición ante Marruecos en el tema del Sahara.