La Razón (Madrid) - Tú Economía
Caro y sin calidad
SonSon pocos los días en que no se habla sobre casos de pagos desorbitados en la compra de mascarillas por parte de distintos organismos públicos, ya sean del propio Gobierno central o de las distintas comunidades autónomas. ¿Pero por qué se pagan estos precios tan hinchados? La respuesta está en saber quién realiza la compra y , sobre todo, con qué dinero se hace la transacción.
Esta cuestión la explica la teoría económica. Cuando una persona compra un bien para otra con dinero ajeno, no existe mucha preocupación por la calidad, ni tampoco por el precio. Sin embargo, cuando uno compra algo para sí mismo, con su propio dinero, se cuida tanto de la calidad como del mejor coste.
Por este motivo, cabe preguntarse, ¿hubieran pagado algunos políticos esas sumas para su propio uso? Lo más probable es que la respuesta sea rotuntamente no.
De esta realidad evidenciada por tantos Premios Nobel de economía, aflora uno de los principales problemas de los que actualmente adolecen los sistemas sanitarios. Como son los altos costes pagados por algunos servicios, y el menor control y peor gestión que se hace de la utilización de los bienes que habitualmente se utilizan en hospitales y centros públicos.
Fue a partir de que se liberaliza en España la venta de estos elementos de protección y que se pudieran comprar las mascarillas en supermercados y otros centros de variada especialización, lo que causó la bajada de precios y mejoró calidades.
Los burócratas no tienen incentivos para buscar las mejores mascarillas al mejor precio, los individuos de la sociedad civil sí.