La Razón (Madrid) - Tú Economía
Hipócritas en el desierto del Congreso
► El Gobernador del Banco de España fue al Congreso y recibió aplausos de todos los grupos políticos a sus informes y propuestas, pero luego todo quedará en el desván del olvido
AmbroiseAmbroise Bierce (18421914), fue un escritor norteamericano, muy influenciado por Edgar Allan Poe, famoso por sus cuentos y su estilo mordaz y desabrido. Tuvo 13 hermanos y los nombres de todos empezaban por «A». A los 71 años se enroló en el ejército de Pancho Villa y murió en la batalla de Ojinega. Todo un personaje que pensaba que «el hipócrita es alguien que, profesando virtudes que no respeta, se asegura el beneficio de parecer ser lo que respeta».
La sesión de la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso de los Diputados del pasado jueves fue –con alguna excepción para que se aluda quien lo desee– uno de los mayores ejercicios de hipocresía política, no de los últimos tiempos, sino del día a día. Comparecía, como todos los años por estas fechas, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, para explicar el contenido del Informe Anual de la institución que encabeza y que es la mejor radiografía de la economía española, como admitieron todos los integrantes de la Comisión, desde Chema Guijarro, de Unidas Podemos (UP) a Rubén Manso, de Vox.
Hay dos crónicas del paso de Hernández de
Cos el jueves por el Congreso. La primera es tan importante como anodina porque no aporta novedades. El Gobernador desgranó los mensajes del Informe, publicado hace algunos días, y volvió a insistir en sus recomendaciones y advertencias. La segunda incluye la novedad del consenso –acaso hipócrita– de todos los grupos parlamentarios presentes sobre la intervención y, con ligeros matices, de lo expuesto por el gobernador. Ha pasado inadvertida en medio de la habitual bronca política, pero tiene su miga. Ferrán Bel, diputado del PDeCAT, el grupo que impulsó Puigdemont y que ahora no está muy claro qué es, quizá fue tan sincero como elocuente, al decir que cada uno haremos «una lectura interesada de los mensajes del Banco de España». Bel también apuntó –como hizo antes este cronista– que Hernández de Cos tiene algo de Juan el Bautista porque «predica en el desierto». Habló del «infierno de la crisis» y le deseó al mejor suerte que al Bautista, que perdió su cabeza a manos de Herodes,
algo que el Gobierno –que podría desearlo según la reacción de Yolanda Díaz, por ejemplo– políticamente no puede hacer con Hernández de Cos, que tiene un mandato improrrogable, pero blindado por ley, de seis años, que expira en 2024.
Sergio López (Grupo Navarro), Idoia Sagastizábal (Grupo Vasco), Ferrán Bel (PDeCAT), Joan Capdevila (Grupo Republicano), Chema Guijarro (UP), Rubén Manso (Vox), Elvira Rodríguez
(PP) y Pedro Casares
(PSOE) alabaron sin excepcón el Informe del Banco de España y las palabras del Gobernador, hasta el extremo de que la sesión ofrecía ribetes versallescos y un punto canalla. Ciudadanos no acudió a la sesión y su tiempo –su túnica dijeron– se lo repartieron los demás, como quizá ocurra con sus escaños.
Chema Guijarro (UP) demostró que lo de Podemos es todo menos Unidas y que, desde luego, Yolanda Díaz, va a lo suyo. El diputado morado incluso felicitó al gobernador por advertir sobre posibles medidas regresivas que afectarían a los menos favorecidos, por aplaudir la intervención del Estado en la pandemia y por una mayor sensibilidad social. Dijo que la secuencia «histórica de la deuda pública es insostenible» y que suele «subir como un cohete y bajar como una pluma». Rubén Manso (Vox), en el otro extremo del arco parlamentario, no tuvo empacho en comentar que «da gusto escucharle, se esté de acuerdo con usted o no» e incluso llegó a proponer, en lugar de la curva de Laffer, «la curva de Cos» sobre la inflación y cómo afecta a los pobres. Elvira Rodríguez (PP) y Rubén Moreno (PSOE) hicieron lo presivible y, aunque el mítin progubernamental de Moreno fue algo exagerado, los dos también celebraron el Informe y eludieron –todo lo contrario– críticas al gobernador que había propuesto, una vez más, un gran pacto económico, en este caso de renta, para repartir el coste –empobrecimiento inevitable– de la crisis agravado con la guerra de Putin. Sinceridad o profesionales de la hipocresía o ambas cosas a la vez, que es posible.
La «pax de Cos» apenas duró unas horas. Al día siguiente, en la misma Comisión, la vice Díaz –que no es precisamente catedrática de Economía– acusó al gobernador de no tener idea de lo que habla y de trabajar para la derecha. Casi al mismo tiempo, el Gobierno anunciaba la prórroga del descuento de 20 céntimos en los carburantes, medida que el Banco de España defiende pero solo para los más pobres. Una crónica de hipócritas, en el desierto del Congreso, que no respetan las virtudes que aseguran profesar como apuntaba, mordaz y desabrido, Bierce.
Chema Guijarro (UP) aplaudió la sensibilidad social de Hernández de Cos y al día siguiente Yolanda Díaz lo acusaba de trabajar para la derecha