La Razón (Madrid) - Tú Economía
Desierto y kilovatios
OrienteMedioexportaOrienteMedioexporta conflictos desde que los sumerios dominaron Mesopotamia y la escritura. La zona sigue exportando tensión, ya sea política o energética. Los países del Golfo siempre han flotado en petróleo y gas, también en sus petrodólares. Con un inmenso reloj de arena que juega en su contra, los consumidores occidentales están obsesionados por reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Así que Arabia Saudí, Catar o Emiratos Árabes buscan ansiosamente alternativas y escudriñan mercados y oportunidades de inversión.
Solo Emiratos Árabes, a través de sus distintos fondos y grandesmultinacionales,cuenta con más de 1,5 billones de dólares para invertir. Los conglomerados y gobiernos del Golfo Pérsico se han fijado en España, su economía crece y sus multinacionales están baratas. Ahí está la entrada de los saudíes de STC en Telefónica, o la presencia de Catar en el Corte Inglés, Prisa, IAG, o Colonial y el dinero de los Emiratos en Enagás o Cellnex.
El Gobierno se desgañita con lo de la defensa de la españolidad de las empresas estratégicas ante la ofensiva de los dólares del desierto, cuando esas mismas compañías son anfitrionas de inversores internacionales desde hace lustros. Solo hay que mirar lo que ocurre en el trío del kilovatio. El principal accionista de Endesa es Enel, el consorcio eléctrico público de Italia. Iberdrola cuenta con el Qatar Investment Authority como uno de sus principales socios y, en Naturgy, si salen adelante las negociaciones de la emiratí Taqa con Criteria, destacará Abu Dabi. Al Gobierno le corroen las ganas de intervenir, pero sus deseos superan con mucho la capacidad financiera de la SEPI. Aquí no hay pozos de donde sacar el dinero, salvo el bolsillo del contribuyente.