La Razón (Madrid) - Tú Economía
Un «Kit-Kat»
ElEl lunes, a las once de la mañana, Antonio, el chapista del barrio, se amañaba en arreglar el coche accidentado de Manuel. Los coches envejecen porque cada vez son más caros y los combustibles más prohibitivos, la gasolina está en máximos. Los chirridos de la lijadora del taller alcanzaban a la pequeña frutería de la esquina, donde Sandra colocaba los carteles con las ofertas que intentan compensar el continuo encarecimiento de los alimentos. La inflación otra vez repuntó, en abril alcanzó el 3,3%.
En el súper del barrio, a las 11 de la mañana, los clientes empujaban sus carritos a la búsqueda de las promociones más interesantes con que poder estirar su magra renta. Carritos que, en muchos casos, sortean la carnicería y la pescadería. Oxfam asegura que la mitad de las familias españolas ha recortado gastos en alimentación; muchas de ellas admiten que han reducido su ingesta de carne y pescado. El sueldo da para lo que da.
En el súper, en el taller, en la frutería, no solo cinco jornadas, el personal lleva meses reflexionando sobre el día a día, sobre el futuro de sus familias, hijos, educación, sus ingresos y empleo. Un empleo donde, entre otras cosas, las condiciones y la competencia cambian a una velocidad inaudita con la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA).
Muchos trabajadores tienen como jefe de personal a un algoritmo mientras la jornada laboral se acorta por la proliferación de los contratos a tiempo parcial.
La última Encuesta de Población Activa (EPA) es inclemente, la tasa de paro crece al 12,3% y eso que la economía avanza un 2,4% gracias al buen comportamiento de la inversión y a las exportaciones. Las empresas creen en el futuro, no tienen tiempo para un «kit-kat» como el de Pedro Sánchez. El mundo sigue.