La Razón (Madrid) - Tú Motor

LOS OTROS HÉROES ESPAÑOLES DEL DAKAR

Pilotos como Óscar Fuertes, Cristina Gutiérrez o Sara García brillaron en Arabia Saudí para completar una carrera llena de dureza y dificultad­es

- FRAN CASTRO

La pasada edición del que dicen es el rally más duro del mundo, el Dakar, tuvo un claro protagonis­mo español por varios motivos. El primero, porque el madrileño Carlos Sainz y su copiloto, Lucas Cruz, conquistar­on su tercera victoria en la prueba. Lo hizo a sus 57 años a los mandos de un buggy del equipo X Raid apoyado por Mini y después de vivir una bonita pelea hasta el final con bestias del desierto como Stéphane Peterhanse­l y Nasser Al Attiyah. El segundo porque mucha atención mediática se la llevó Fernando Alonso en su primera participac­ión en una carrera lejos del asfalto y donde tuvo un papel más que correcto a pesar de su inexperien­cia. Y el tercero, porque el Dakar contó con una legión de españoles que, de forma amateur, se enfrentaro­n a la carrera, algunos con los medios justos y otros casi sin ayudas. Y lo hicieron en todas las categorías, desde coches, motos, quads, SvS y camiones. Fueron 12 etapas durísimas donde la esencia del Dakar en su nuevo escenario, Arabia Saudí, rememoró la dureza de sus orígenes en África en países como Mauritania, Argelia o Mali.

En la categoría de coches, al margen de Sainz o Alonso, brillaron Óscar Fuertes y su copiloto Diego Vallejo. Alcanzaron la meta en la 24º posición y fueron los terceros mejores españoles en la clasificac­ión general. Lo hicieron a los mandos de un buggy denominado SsangYong Korando DKR que mostró todo su potencial y fiabilidad, un puro reflejo de lo que siempre fueron y son sus actuales vehículos. Además, Óscar Fuertes afrontó la carrera recién salido (casi convalecie­nte) de una grave lesión de rodilla que dificultó más todavía su carrera. El vehículo de la marca asiática invirtió 53 horas, 59 minutos y 52 segundos para completar casi 5.000 kilómetros cronometra­dos, cuando en la edición anterior, en Perú, necesitó más de 63 horas para 3.000 kilómetros. Es decir, el Korando DKR ha tenido que correr mucho, y ha soportado el esfuerzo sin dar un solo problema. La única incidencia mecánica fue el fallo del sistema de autoinflad­o de los neumáticos en una de las etapas, un dispositiv­o que facilita la velocidad en las dunas. Cristina Gutiérrez y el equipo Mitsubishi España fueron otros de los grandes protagonis­tas españoles en la carrera. Su copiloto Pablo Huete y ella terminaron 7º de su categoría: «Estoy muy contenta y satisfecha por haber podido finalizar mi cuarto Dakar consecutiv­o junto a mi «supercopi», Pablo Huete. Ha supuesto todo un desafío para nosotros, hemos tenido días buenos y malos. La pérdida de potencia del coche durante la primera semana añadió más dificultad si cabe a la carrera, pero tiramos de coraje y fuerza, y de la calidad de Pablo y del equipo, para sobreponer­nos y poder acabar este Dakar», señaló ya en la meta.

También brilló en la categoría más dura de motos, Sara García, que corrió sin asistencia y cuando llegaba «muerta» a la asistencia tenía ella misma que hacer el mantenimie­nto y las reparacion­es a la moto. En la general de motos el mejor español fue Joan Barreda mientras que Laia Sanz firmó su décimo Dakar alcanzando la meta. El rally volverá en 2021 a Arabia Saudí, pero esta vez, la carrera durará una semana más, una vuelta a los orígenes una vez que el cambio de lugar de la carrera ha sido todo un éxito para pilotos y organizaci­ón.

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El equipo Mitsubishi España, con Cristina Gutiérrez y su copiloto Pablo Huete, acabó el Dakar en la séptima posición de su categoría con el Eclipse Cross
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