EMISIONES LOS CÁLCULOS QUE IMPONE EUROPA A LOS FABRICANTES
En cinco años las marcas tendrán que bajar su nivel de emisiones de CO2. Hasta los 81 gramos por kilómetro, una cifra que contrasta con las exigencias establecidas en países como Estados Unidos, China o Japón
Los fabricantes de automóviles se han lanzado, en los últimos meses y semanas, a reducir sus emisiones a base de tecnología y grandes inversiones. Muchos empezaron hace tiempo y la gran mayoría ha renovado su gama con versiones electrificadas o impulsadas por gas. Y en los próximos años será lo habitual, ya que la Unión Europea ha establecido un calendario en el que las emisiones globales de cada fabricante deben ajustarse a unas cifras marcadas, aunque no todos sean iguales. El cálculo se hace por vehículo vendido, por unidad, y existen distintas tablas y criterios para establecerlos.
El 1 de enero de 2020 se impuso una media de 95 gramos por kilómetro de CO2 en el 95% de los turismos nuevos matriculados, que será del cien por cien a partir de 2021. Los 95 g/km son una cifra media, calculada sobre la base teórica de que todos los coches que vendiera un fabricante pesaran 1.379,88 kg, una masa estipulada como peso medio de un turismo por la UE. Como hay coches que pesan más, y otros que pesan menos, se calculan las emisiones máximas que corresponderían a cada automóvil en función de una fórmula correctora. De esta forma, cada fabricante tendrá un objetivo diferente, en función del peso de los vehículos que matricule cada año en Europa. En 2025 se reduce este valor un 15% (hasta 81 g/km) y en 2030, un 37,5% (59 g/km), respecto a las cifras de 2021. Esta medida, aprobada por el Parlamento Europeo el 17 de diciembre 2018, y, posteriormente, refrendada por los estados miembros, fijó la media de emisiones de CO2 más baja del mundo. En Estados Unidos el objetivo es alcanzar los 99 g/km en 2025; mientras que en China y Japón solo hay objetivos planificados para 2020: 117 g/km y 122 g/km, respectivamente.
SANCIONES
Aquellas marcas que no cumplan con su media de emisiones estipulada recibirán fuertes multas, que incluso podrían afectar a su supervivencia en Europa. La cuantía de estas multas, 95 euros por cada g/km de CO2 y vehículo que supere ese límite, podrían ser multimillonarias: según la consultora Jato podrían alcanzar los 34.000 millones de euros. Eso sí, hay algunas excepciones y puntualizaciones a esta norma.
En primer lugar, los fabricantes que comercialicen menos de 300.000 vehículos al año en Europa pueden solicitar una exención. En segundo lugar, un fabricante que esté por debajo de los 95 gramos podrá «vender» sus derechos de CO2 a otro que los supere. La carrera para cumplir estas exigencias ha empezado para muchos fabricantes y todos están en la senda para alcanzarlas.