RAÚL PALACIOS
Presidente de GANVAM (Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos-patronal nacional de la distribución)
-¿Cuáles son las expectativas del mercado español para el presente ejercicio?
Las previsiones que manejamos -por supuesto, con toda la cautela a estas alturas del año- nos llevan a ser optimistas, aunque no te voy a negar que optimistas con reservas. A cierre de 2024 apuntamos a un crecimiento estimado del 5%, quedándonos a las puertas del millón de unidades matriculadas en turismos y calculamos que no será hasta 2025 cuando superemos esa barrera. Podemos decir que hemos dejado atrás la crisis de los semiconductores, pero también es verdad que, a los vaivenes económicos derivados de la guerra de Ucrania, se suman ahora las consecuencias económicas del conflicto en el Mar Rojo y una inflación que continúa elevada. Por tanto, la salida de esa demanda embalsada, que en 2023 permitió impulsar el mercado a doble dígito, va a ir perdiendo fuelle y, por una cuestión de renta disponible, se va a ir ralentizando la generación de nuevos pedidos en el canal particular.
2 -¿Cuándo cree que se podrán alcanzar las cifras de ventas del año 2019?
Desde nuestro punto de vista, el mercado va a seguir una tracción positiva en los próximos años, pero la tendencia nos lleva a pensar que no será antes de 2029 cuando volvamos a superar los 1,2 millones de unidades; cifra que, en efecto, no vemos desde 2019 y que se considera cifra natural de nuestro mercado por nivel de motorización, población y renta per cápita.
Esta modalidad de utilizar automóviles para desplazamientos ocasionales por minutos, horas o días, es una fórmula de movilidad innovadora y que tiene grandes posibilidades en el futuro ante una sociedad que ya no concibe al coche como una aspiración fundamental en la vida. Entra de lleno en el campo de otros sectores ya consolidados, como pueden ser el de las empresas de alquiler de coches en sus formulas tradicionales o incluso en el sector del taxi. Sin embargo, por el momento la rentabilidad de sus servicios es muy problemática y ello se debe, en gran parte, por la falta de escrúpulos de los clientes que, ante un coche que no es suyo, lo maltratan sin ningún respeto a la propiedad. El nivel de incidentes y desperfectos que sufren estos coches es muy alto y obliga a la propiedad a gastar demasiado dinero en reparaciones, que es su principal talón de Aquiles en la cuenta de resultados. Nos explicaba días atrás uno de los empresarios que han detectado todo tipo de malas prácticas entre los conductores. Una de las anécdotas fue cuando vieron que uno de sus coches estaba literalmente machacado en los bajos, mientras que la carrocería aparecía intacta. El cliente se había dedicado a bajar escaleras con el coche sin importarle los daños causados. Y no es un caso aislado. La falta de escrúpulos de algunos causa asombro.