Investigan el fallecimiento de un hombre que cayó a un aparcamiento desde un tercer piso en Magaluf
El varón, un residente español de 73 años, murió casi en el acto ayer por la mañana al precipitarse desde unos diez metros de altura
La Policía Judicial de la Guardia Civil de Calvià investiga la muerte de Ángel H., español de 73 años, que perdió la vida ayer por la mañana tras precipitarse desde unos diez metros, concretamente desde el tercer piso, donde residía, en un edificio de Magaluf. El varón cayó sobre el aparcamiento y falleció prácticamente en el acto. Un agente de la Benemérita, vecino de la víctima, encontró el cuerpo.
El suceso ocurrió alrededor de las 8.15 horas en el Edificio Marbella de la avenida Pere Vaquer Ramis. En ese momento un hombre que se encontraba en el lugar se topó con el fallecido en el aparcamiento y llamó de inmediato al 112. Hasta el lugar se desplazaron varias patrullas de
la Policía Local de Calvià, la Guardia Civil y una ambulancia.
Los sanitarios, a pesar de los esfuerzos, no pudieron hacer nada por salvarle la vida y únicamente certificar la muerte del hombre, un residente de la zona. Un equipo de psicólogos tuvieron que atender a la pareja del fallecido, que en el momento de los hechos se encontraba en casa.
La Guardia Civil trata de esclarecer si la caída obedece a un accidente. Se está a la espera de que la autopsia aporte algo más de información.
El fallecimiento de Ángel H., «el cocinero del Santa Lucía», provocó conmoción en Magaluf, donde, a pesar de gran influjo del turismo, todavía quedan recovecos con alma de pueblo. Y la avenida Pere Vaquer Ramis y alrededores son algunos de ellos. En uno de los bares cerca del edificio Marbella un residente comentaba lo ocurrido con la peluquera. «Yo vivo en el cuarto piso y él en el tercero. Nos conocíamos desde hace más de 30 años. No sé qué le ha podido pasar, llevaba una vida muy normal», apuntaba a este diario el varón.
Por otra parte, a última hora del viernes también perdía la vida un hombre, en este caso de 82 años, al caer por el hueco de la escalera desde un segundo en un edificio de Cala Millor, en Son Servera.