«Como líderes en el Caribe, buscamos la mejora continua»
Palmesano y con una amplia experiencia en el mundo de la banca, Ramon Rosselló defiende los intereses de las grandes cadenas hoteleras en el Caribe, un trabajo que define como «apasionante y complicado»
Inverotel nació en 2007 para defender los intereses de las cadenas hoteleras inversoras en América, especialmente en el Caribe. Actualmente tiene 18 asociados: Meliá, Riu, Iberostar, Bahía Príncipe, Palladium, Catalonia, H10, Princess, Majestic, Excellence, Sirenis, Fuerte Hotels, Impressive, Sha Wellness, HM Hotels, NYX, Senator e Insotel, que suman unas 100.000 habitaciones en México, República Dominicana, Jamaica, Cuba, Estados Unidos, Colombia, Brasil, Costa Rica, Panama, Aruba y Bahamas.
¿Cómo se produjo su incorporación a Inverotel?
—Después de más de 31 años en la banca trabajando en la financiación y la expansión de las grandes cadenas hoteleras en el Caribe surgió la oportunidad de incorporarme a Inverotel porque conocía el sector hotelero. Cuando me jubilé de la banca recibí la propuesta y no lo pensé dos veces. Proteger los intereses de los asociados es un trabajo apasionante y, muchas veces, complicado. Pero me considero un privilegiado por haber conocido a pioneros como Pablo Piñero, Pedro Pascual, Luis Riu, José María Cabrera o Manuel Vallet, que desgraciadamente ya no están con nosotros.
¿Cómo ve a las nuevas generaciones que están tomando el relevo de esos pioneros?
—Seguir viendo a Gabriel Escarrer, Miguel Fluxà o Abel Matutes es para mí una lección personal y profesional, pues debo decirle que las nuevas generaciones que están al frente de las compañías me siguen enseñando y aportando mucho en ambos aspectos. Por eso digo que soy un privilegiado porque he sido parte del desarrollo de Inverotel y porque veo y vivo los cambios generacionales y la adaptación de las empresas a los nuevos tiempos.
¿Cuáles son los principales retos de las cadenas hoteleras mallorquinas en el Caribe?
—Siendo referencia mundial, estamos obligados a mejorar continua
mente para mantener el liderazgo. Así lo entiende la presidenta, Encarna Piñero, que siempre está trabajando para ser referencia.
¿Cómo trabaja Inverotel para que las administraciones de los diferentes países les vean como aliados?
—Muy de cerca y siendo transparentes lo que, como dice la presidenta Piñero, a veces nos causa más de un problema. No obstante, tenemos una relación directa tanto con los gobiernos federales como con los estados y municipios. Además, nos hemos integrado en las asociaciones locales.
¿Qué papel juegan el desarrollo sostenible y las políticas de inclusión laboral en los proyectos de Inverotel en el Caribe?
—Somos pioneros y referentes en sostenibilidad, desde el cuidado del medio ambiente al uso de energías renovables o la digitalización, y todos nuestros asociados cumplen con creces los convenios internacionales. Estamos trabajando con los gobiernos locales en soluciones que
permitan a nuestros trabajadores tener una mayor conciliación familiar, porque en ocasiones viven lejos de su puesto de trabajo.
¿Cómo ha cambiado el turismo en el Caribe tras la pandemia?
—Fue un golpe muy duro para nuestros asociados. El sector ha demostrado una increíble capacidad de recuperación y hemos mejorado nuestros protocolos de servicio, calidad y mejora. El gran reto ha sido recuperar la conectividad aérea.
¿Cuáles son los principales mercados emisores de turistas del Caribe?
—El número uno es Estados Unidos. También Canadá, Europa, Colombia, Brasil. En México está creciendo el mercado nacional hacia el Caribe.
¿Cuáles son las previsiones de inversión de los asociados de Inverotel en nuevos desarrollos hoteleros?
—La previsión es incorporar unas 6.000 nuevas habitaciones en los dos próximos años. Pero lo importante son las continuas inversiones que se están haciendo para actualizar nuestra planta hotelera.
Tras la pandemia parece consolidarse la apuesta por hoteles cada vez más grandes y producto Premium...
—Todos nuestros asociados están en el camino de la mejora de calidad y no es fácil, porque atesoran mucha.
¿Cómo ha afectado al negocio de las grandes cadenas mallorquinas en el Caribe la irrupción de plataformas como AirBnb?
—El alquiler vacacional de corta estancia es un verdadero problema porque está encareciendo la vivienda tradicional, desplaza a los ciudadanos de sus entornos naturales y sus operadores no cumplen las mismas regulaciones que los hoteles ni en seguridad, ni en creación de puestos de trabajo ni en protección al cliente. Es una práctica muy perjudicial para la sociedad, por no hablar de la parte fiscal.
Preside usted la Asociación Hotelera de Costa Mujeres, en el caribe mexicano. ¿Qué previsiones de futuro tienen para la zona?
—Es el futuro de Quintana Roo. Podemos crecer unas 20.000 habitaciones más y por eso estamos trabajando con el gobierno del Estado para conseguir que el desarrolo de la zona sea ejemplar en turismo y también para nuestros colaboradores y empleados
¿Cuál es la receta que deberían seguir las cadenas hoteleras mallorquinas para mantener el liderazgo en el Caribe?
—No cejar en nuestro empeño de mejorar constantemente. En palabras de nuestra presidenta: ser referentes.