¿Es la productividad la asignatura pendiente de la economía balear?
El proyecto de reducción de la jornada laboral sitúa a la competitividad en el ojo del huracán
El proyecto de la reducción de la jornada laboral y las subidas de salarios han avivado el debate sobre la productividad y en cómo mejorar la riqueza generada por cada empresa y trabajador tanto en Balears como en el conjunto de España.
El Gobierno presentó hace unas semanas el borrador del real decreto con el que se constituines rá el Consejo de la Productividad, una institución existente en la mayoría de países del euro para analizar la evolución de la productividad y de la competitividad que, en palabras del nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, son una de sus prioridades en esta legislatura.
La última actualización del ranking de competitividad global que elabora la Fundación Impulsa y que integran 234 regiode la Unión Europea situa a Balears en la posición 153, es decir, en la zona media baja de la tabla, pese a haber escalado 13 posiciones respecto a la última actualización realizada hace tres años. Aunque el análisis económico dominante señala un estancamiento de la productividad, el debate aumenta de intensidad si se comparan las distintas formas de medirla.
Para saber si la economía balear tiene o no un problema de productividad hemos preguntado cinco cuestiones a dos economistas, el director técnico de la Fundación Impulsa, Antoni Riera, y Ferran Navinés, conseller del Consell Econòmic i Social (CES) en representación del Govern balear y director de la Memoria de CES sobre Economía, Trabajo y Sociedad de las Islas Baleares desde el año 2001 hasta esta misma semana.