Los docentes desplazados a las Pitiüses: «Nos sentimos engañados y utilizados»
Unos 200 afectados por el concurso de traslado protestaron en Palma para pedir una solución al Govern
«Es terrible ver como nuestro esfuerzo por sacar una oposición se recompensa con las sobras», lamentó Víctor Montmany, profesor de Física y Química, durante la concentración de docentes afectados por el concurso de traslados que organizó ayer la plataforma Funcionarios Docentes Unidos y que reunió a cerca de 200 personas en la plaza Mayor.
Víctor es padre de un bebé y a partir de septiembre tendrá que dejar su hogar para mudarse a Eivissa. Su caso no es, ni mucho menos, excepcional. El 100 % de los opositores que aprobaron en Balears el año pasado han sido destinados fuera de Mallorca. Esto ha sucedido porque el proceso de estabilización por concurso de méritos ha tenido preferencia a la hora de elegir destino, mientras que los funcionarios de carrera
(con plaza aprobada) han optado solo con la nota, es decir que no se ha contado la antigüedad.
La concentración comenzó a las 11.00 horas. Reunió a familias enteras que acudieron con carteles reivindicativos en los que se podían leer: «Vull quedar a casa», «Oposición aprobada, plaza envenenada», «Mérito mejor que funcionario de carrera» o «No me separéis de mis hijos».
«Esto es un drama, sobre todo
para las familias. Exigimos soluciones reales a la Conselleria d’Educació. Ellos han sido quienes han creado este problema», criticó Miquel Obrador, portavoz de la plataforma. Estos docentes sienten que han partido desde una desigualdad con el resto del profesorado (los que optan a una plaza por méritos). El motivo de la protesta es denunciar que las plazas no se están distribuyendo bien, sino que «nos utilizan para
cubrir plazas de difícil cobertura» en Eivissa y Formentera. «Nos sentimos engañados y utilizados», lamentó Obrador.
El portavoz explicó que cuando salieron las primeras noticias de la oposición «ya no teníamos margen de maniobra, y ahora estamos obligados a permanecer en el resto de Islas entre dos y tres años y sin poder opositar en ese periodo para conseguir plaza en Mallorca».
Casos familiares
Después de tres años de intenso estudio, Mateu Tovar, 45 años, tendrá que dejar su casa este septiembre y despedirse de su mujer y su hija de cinco años porque le ha tocado una plaza en Eivissa. «Tengo una hipoteca, una familia y he calculado que si les quiero ver gastaré una media de 500 euros solo en billetes de avión. Pero en total, los gastos ascenderán a más de 2.000 euros, algo inviable para lo que cobramos», criticó
Otro caso similar es el de Maria Bauzà, de 34 años, madre de cuatro hijos de nueve, siete y mellizas de dos años. En septiembre tendrá que mudarse a Eivissa y no concibe esa situación: «Sentí impotencia y mucha rabia cuando vi el resultado. Nadie, ni los sindicatos, nos han ayudado». María es profesora de lengua catalana en Secundaria: «No veo forma de ir a Eivissa y dejar a mis hijos», reiteró preocupada.
Desde la plataforma instaron a la Conselleria a aumentar plazas o que los funcionarios de carrera pudiesen acceder a nuevas vacantes sin tener que esperar dos o tres años en el destino no deseado. «En definitiva, cualquier solución que permita al docente elegir sobre el destino», dijeron.