Respuesta ecologista al «macropolígono de Binissalem»
Cerca de 300 vecinos se manifestaron ayer en contra del proyecto que prevé duplicar la actual superficie industrial
La movilización ecologista y vecinal en contra del proyecto que pretende duplicar la superficie del polígono industrial de Binissalem se hizo notar ayer con una manifestación que recorrió el centro, cortó la carretera durante unos minutos y acabó con la lectura de un manifiesto.
Cerca de 300 personas, convocadas por GADMA, Amics de la Terra y el GOB, se concentraron a las diez de la mañana en la plaza de la Església para comenzar un recorrido que tuvo como primera parada las puertas del Ajuntament. Un niño fue el encargado de leer un primer manifiesto en el que advirtió que «lo que hagáis los adultos nos afectará a nosotros, jóvenes y niños. Imaginad 13 hectáreas más urbanizadas a Binissalem sin que haga ninguna falta. Nuevas calles, más naves industriales, más residuos, menos agua y más vehículos pesados arriba y abajo. El macropolígono no se hace porque la gente del pueblo lo haya pedido, se hace porque hay quien cree que el territorio está para especular y su egoísmo provocará que nos dejéis un Binissalem peor».
La marcha prosiguió hacia la carretera y los manifestantes tuvieron que sortear los vehículos que circulaban por la calle Bonaire porque la Policía Local no cerró el tráfico hasta llegar a la carretera. El portavoz de GADMA, Bernat Fiol, lamentó «las trabas que nos han puesto desde el Ajuntament para que no nos manifestásemos».
Suelo rústico
Durante unos minutos, la manifestación recorrió la carretera de Binissalem para encaminarse hacia el parque infantil del casal de Can Gelabert. Ahí se leyó un segundo manifiesto en el que, además de destacar que «la segunda fase del polígono industrial es la enésima herida a nuestro territorio», se reclamó al Ajuntament de Binissalem «que reconsidere su posición y clasifique como
EXIGENCIA INTENCIONES
Los promotores pretenden ampliar la extensión del actual polígono y llegar a las 26 hectáreas ocupadas
suelo rústico unos terrenos que nunca tendrían que haber sido urbanizables. El urbanismo debe pensar en el interés general, ¿cómo mejorará nuestra calidad de vida este macropolígono? Digamos ‘sí’ a la protección del medio rural y ‘no’ al marcropolígono».
Desde el ámbito político se contabilizó la presencia de los concejales de Més, además del diputado Ferran Rosa.
En los dos manifiestos leídos se reclamó la protección del medio rural y la renuncia al proyecto