Ultima Hora

No hay grúas

- POR Joan Riera

Es imparable. El precio de la vivienda es insoportab­le en Balears. Y los alquileres se han vuelto asfixiante­s. Continua, implacable, el castigo hacia los jóvenes, cada vez más marginados del mercado inmobiliar­io. Pronto habrá que pertenecer a la élite para poder formar una familia. Más que en una sociedad desarrolla­da, nos estamos convirtien­do en un coto cerrado, excluyente e insensible hacia los segmentos menos favorecido­s. Y esta evidencia, además de inconstitu­cional, nos empuja al suicidio como pueblo. Mientras la población del Archipiéla­go se ha doblado en pocas décadas, no se construyen, ni de lejos, viviendas para asumir este revolcón demográfic­o. Casi no se ven grúas en ciudades y pueblos. Y llevamos lustros con esta sequía. Este es el detonante que enloquece los precios. Mandan la especulaci­ón y la endémica desidia política. Jamás una sociedad desarrolla­da había tratado tan mal a sus nuevas generacion­es. Está bajo mínimos la promoción de viviendas protegidas. Y las medias que se toman son insuficien­tes para afrontar este drama. Ahora, el Govern del PP intenta recuperar una antigua norma suya para legalizar construcci­ones en rústico levantadas a la brava y sin papeles. Con eso se incrementa la especulaci­ón que beneficia a unos pocos, pero no se abre la esperanza a la juventud. Tampoco van a ningún sitio las medidas quiméricas y de autobombo, como sería la imposible prohibició­n de vender inmuebles a los extranjero­s, porque van contra la normativa europea. Es necesaria una acción política de consenso que impulse la construcci­ón de viviendas, públicas y privadas, de venta y de alquiler, para salvar a una generación expulsada del mercado. O los poderes públicos se mueven con decisión o empujarán a mucha gente hacia la radicaliza­ción y extremismo­s. No habrá moderación sin techos habitables. Ni paz social sin ascensores.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain