Asomada a los secretos del universo
Alícia Sintes (Sant Lluís, 1969) es uno de esos raros casos de científica relativamente popular en su territorio. En realidad, está situada en la élite científica mundial desde hace tiempo. Su contribución y la de su grupo Gravity de la UIB a la colaboración científica internacional LIGO les hizo ser merecedores de una parte del Premio Nobel de Física 2017, otorgado a los estadounidenses Rainer Wiess, Barry Barish y Kip Thorne por la detección de ondas gravitacionales. Ese mismo año, los mismos investigadores ganaron el Premio Princesa de Asturias de Investigación. En definitiva, Sintes y su equipo, con integrantes internacionales, son lo más cerca que han estado las Islas del Premio Nobel. Como dice Sintes, «las ondas gravitacionales abren una nueva ventana al universo». La UIB ha contribuido a abrir esa ventana. Habrá alguno al que todo eso le dé un poco de rabia o envidia nada sana, pero qué importa cuando tienes la admiración de la inmensa mayoría. Catedrática de Física Teórica en la UIB, Alícia Sintes ha pasado por algunas de las más prestigiosas instituciones científicas del mundo y, a los 37 años, fue la representante española en la Agencia Espacial
Europea. Le han llegado numerosos reconocimientos, entre ellos, a nivel local, el Premi Ramon Llull y el nombramiento como Filla Predilecta de Sant Lluís. Los periodistas de prensa generalista agradecemos los ímprobos esfuerzos que Sintes ha realizado en los últimos tiempos para que comprendamos mínimamente su trabajo. Es de suponer que las caras de los periodistas al escucharla han tenido que ver con ello. En cualquier caso, tras la rueda de prensa convocada en la UIB al conocerse el Nobel de 2017 y la participación de Sintes y su grupo, los periodistas aplaudieron. Fue tan poco habitual como espontáneo. Con poco más de 50 años, Sintes ya tiene un lugar privilegiado en la historia de la ciencia en Balears. Y además ha sabido rodearse de un equipo de jóvenes investigadores que pueden dar continuidad a su brillante trabajo.