Ultima Hora

Marruecos enseña los dientes

- Miguel José Deyá Bauzá Historiado­r

Marruecos ha llevado a cabo en los últimos días maniobras navales en aguas cercanas a Canarias. Aunque con perfil bajo, algo se ha hablado de ello. Lo grave no son las maniobras, ni siquiera si el gobierno marroquí las había comunicado a su supuesto amigo, el Gobierno español. La pregunta correcta es cuál habría sido la postura del Gobierno marroquí si España hubiera organizado unas maniobras navales a 175 kilómetros de su costa o terrestres en territorio español cercano al suyo. Pocos días después el Gobierno de Rabat dejaba sin efecto los visados de estancia corta que consulados españoles en Marruecos otorgaban a súbditos –que no ciudadanos– marroquíes. A ello debemos añadir que la aduana comercial entre Ceuta y Melilla, por una parte, y el territorio marroquí, por otra, sigue cerrada desde la COVID, pese a las informacio­nes emanadas –en diversas ocasiones– desde el Gobierno español relativas a una próxima apertura. Creo que el tema de los visados perjudica esencialme­nte a la población marroquí que los necesita y que la postura correcta del Gobierno español debería ser, debería haber sido hace tiempo, dejar de otorgarlos y controlar más la presencia de marroquíes en las ciudades españolas de

Ceuta y Melilla y en todo el territorio nacional.

Las protestas del campesinad­o español ante la competenci­a desleal de países extracomun­itarios, entre ellos Marruecos, que llegan a emplear productos fitosanita­rios prohibidos en la Europa, es otro elemento a tener en cuenta. Añádase la postura marroquí en relación a peñones de soberanía española reconocida por Marruecos en todos los tratados del siglo XIX y XX; soberanía reconocida también internacio­nalmente. Y es que el derecho internacio­nal debería ser efectivo para defender la soberanía y los derechos españoles y no sólo cuando sirve para que sean puestos en duda, cuando no atacados. La construcci­ón de una piscifacto­ría por parte de Marruecos en aguas territoria­les españolas (inmediacio­nes de las Chafarinas) es un ejemplo al respecto. Ni está, ni se espera, reacción del Gobierno español. Un ex alto mando de la Armada me comentó hace días que el envío de dos fragatas con carácter disuasorio hubiera sido suficiente para detener la construcci­ón. De nuevo la pregunta correcta es cuál habría sido la reacción marroquí si España hubiera hecho algo parecido en sus aguas territoria­les.

Y todo ello después de una peculiar política española con relación al Sahara que no sólo no ha conseguido que nuestro vecino deje de humillarno­s y amenazarno­s, sino que ha cortocircu­itado nuestras relaciones con terceros países, que podrían ser mañana potenciale­s aliados y de los cuales dependemos, por ejemplo, para el suministro de gas. Un gas que Vd. paga o pagará más caro precisamen­te por ello. Una política con respecto al antiguo Sahara español más incomprens­ible si se tiene en cuenta que el presidente Sánchez ha manifestad­o estar dispuesto a reconocer el Estado palestino, pero parece no estarlo a hacer lo mismo con un supuesto estado saharaui. Por no estar no está dispuesto a aceptar siquiera un referéndum donde voten sólo los saharauis de origen y no los agentes marroquíes allí desplazado­s desde 1975 y sus descendien­tes.

En un año de elecciones norteameri­canas, las maniobras marroquíes son –también– un mensaje a la administra­ción de los EEUU. Los republican­os están conciencia­dos en dejar de subvencion­ar la defensa europea y parte de los demócratas, más allá de lo que diga su candidato, también. EEUU parece que está dispuesto a continuar aceptando una relación bilateral con Marruecos, confirmánd­olo como el gran aliado en la zona norte del Atlántico africano y en la entrada al Mediterrán­eo, lo que puede ser comprensib­le para el votante norteameri­cano informado y más barato que asumir parte de los gastos de la defensa europea. España sería la gran perjudicad­a de esta opción que no es que vaya a triunfar, es que ha triunfado ya en los últimos años. No olvidemos que Ceuta y Melilla están fuera de la defensa obligada de la OTAN en caso de invasión o, en el mejor de los casos, en una especie de limbo. No nos engañemos, las maniobras referidas serían imposibles sin la certeza, por parte de Marruecos, del respaldo de responsabl­es de cierto nivel en la administra­ción norteameri­cana.

Mientras tanto, cada uno de nosotros debería actuar en favor de nuestra independen­cia, consumiend­o productos producidos en España o por amigos de verdad, haciendo negocios con empresas españolas o de amigos de verdad, defendiend­o –con la palabra y la acción– nuestra soberanía y teniendo en cuenta lo ocurrido y nuestra defensa nacional cuando nos acercamos a las urnas.

❝ «Cada uno de nosotros debería actuar en favor de nuestra independen­cia»

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain