El golfo sensible y la chica perfecta
La agencia de detectives Luz de Luna vuelve a abrir. Excelente noticia, cortesía de Hulu, la plataforma de contenidos propiedad de Disney. Quienes han apostado por recuperar un clásico de la televisión producido entre 1985 y 1989. Con su inclusión en su catálogo en streaming regresa el encanto y el ingenio veloz de Bruce Willis y Maddie Hayes, una de esas mujeres capaces de convertir a los niños en hombres, y a los hombres en niños. Glenn Gordon Caron los juntó en esta serie que arrancaba con la pegadiza Moonlighting, una canción de Al Jarreau galardonada con un Grammy. Luz de luna irrumpió como un elefante en una cacharrería en aquella España de los dos rombos, relatando las peripecias de una improvisada pareja de detectives que afrontaba los casos más insólitos.
A David Addison (Willis) le bastó con ponerse frente a la cámara y lucir su sonrisa ladeada para meterse al público en el bolsillo. Su aspecto de dandi descuidado cautivó a las adolescentes de la época. Divertido, sarcástico e irresponsable; pero también sensible, romántico y un golfo de mucho cuidado, formó equipo durante cuatro temporadas con la encantadora, exuberante y siempre sexy Maddie Hayes (Cybill Shepherd). Encaramada a sus tacones de aguja, con hombreras de jugador de rugby y el pelo enlacado y voluminoso, encarnaba el prototipo idealizado de la mujer de su tiempo. De moral estricta, no se acostó con Addison hasta la tercera temporada -concretamente en el capítulo 14, al ritmo del ‘Be my baby’ de las Ronettes-.
El desgarbado Herbert Viola, aprendiz de detective influenciado por las malas artes de Addison, y la atolondrada recepcionista Agnes Dipesto -todo corazón-, completaban la singular galería de personajes de una serie inolvidable. Juntos formaban un equipo imbatible en las noches de domingo, claro que entonces sólo disponíamos de dos canales. Han pasado más de tres décadas desde su desenlace, y aunque sobre su trama pesan algunas escenas más largas de lo necesario, diálogos un pelín naïf, unos ‘malos’ caracterizados exageradamente de ‘malos’ y, sobretodo, unos outfits pasados de moda, la verdad es que Luz de luna sigue siendo deliciosa.