Una banda camaleónica
Piden 101 años de cárcel a cinco ladrones por robos en Calvià y Andratx Los acusados, que también vendían droga, utilizaban identidades falsas
A Peter Octavio E., chileno de 25 años, no le interesaba que nadie supiera su verdadera identidad. Se hacía llamar Demian Amaro y decía que era un estudiante de 21 años nacido en Buenos Aires, Argentina.
Utilizó la documentación falsa para alquilar un coche Volkswagen T-Cross y un BMW X2 con los que desplazarse, junto a otros cuatro amigos chilenos, para cometer robos en chalets de lujo de Calvià y Andratx durante el mes de agosto de 2023. Los cinco delincuentes, que vivían en Barcelona, viajaban unos días a Mallorca en verano para robar y vender MDMA, anfetaminas y ketaminas.
Peter Octavio, utilizando la identidad de Demian Amaro, alquiló un piso en la calle Femenias de Palma para alojar a los cinco miembros de la supuesta organización. En ese domicilio guardaban numerosos objetos robados, distintas cantidades de droga, herramientas para forzar las puertas y ventanas de las casas y bragas con agujeros en la zona de los ojos para utilizarlas como máscaras e impedir que se vieran sus
rostros. Peter Octavio fue detenido el pasado 28 de agosto en el interior del aeropuerto de Palma con 8.000 euros en efectivo, dos relojes Rolex, un Breitling, varias joyas de oro con diamantes,
entre ellas un anillo valorado en 120.000 euros, y un bolso de mujer Louis Vuitton.
Los agentes averiguaron que los efectos habían sido sustraídos ocho días antes en casas de la Costa d’en Blanes y Santa Ponça. El objetivo de Peter Octavio, según recoge la Fiscalía, era viajar a Barcelona con parte del botín obtenido por la banda durante su estancia en Mallorca.
Mientras unos agentes detenían a Peter Octavio en Son Sant Joan, otros siguieron a Joaquín Andrés A., que conducía el Volkswagen T-Cross, desde el aeropuerto hasta la vivienda de la calle Femenias donde vivía el resto del grupo.
Huida
Los presuntos ladrones se negaron a abrir la puerta a la Guardia Civil. Uno de ellos, Mirko Jesús F., emprendió la huida, pero fue detenido tras una corta persecución.
La Fiscalía pide para los acusados penas que suman 101 años de cárcel por delitos de organización criminal, robo con fuerza en casa habitada, resistencia a agentes de la autoridad, tráfico de drogas y usurpación de estado civil.
Los investigadores de la Guardia Civil descubrieron que los cinco delincuentes utilizaban identidades falsas. Fueron camaleones, ladrones y traficantes.