Bonnín recuerda el primer trasplante de corazón en España
▶ El doctor participó en la histórica y exitosa intervención, de la que se cumplen ahora
El ocho de mayo de 1984, Juan Alarcón Torres, se convirtió en el primer español que recibía un trasplante de corazón en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. En el equipo de que llevó a cabo la operación, junto con Josep María Caralps se encontraba Oriol Bonnín, afincado en Mallorca desde 1992 y doctor honoris causa por la UIB. «Fue un estímulo y una cosa de la que nos sentimos muy orgullos. No fue una labor única nuestra. Todo el mundo en el equipo de entregó», recuerda el cardiólogo.
El primer trasplante cardiaco en el mundo fue realizado en 1967 en Sudáfrica por Christian Barnard. Sin embargo, en los años siguientes los intentos no resultaban: «La mortalidad era altísima y los resultados eran malos», recuerda Bonnín. En España, en 1968, Cristóbal Martínez Bordiú, ‘El Yernísimo’ de Franco hizo un intento en La Paz. El paciente no sobrevivió. Bonnín señala que las dificultades hicieron que se pensara en abandonar la técnica. Todo eso cambió a principios de la década de los ochenta con la aparición de la ciclosporina. «Fue un cambio radical», recuerda Bonnín al frenar el rechazo.
El cardiólogo afincado en Palma señala que en el servicio de Cardiología de Sant Pau trabajaron durante años para preparar la primera intervención. «Desde el principio nos ocupamos mucho de ello» y relata investigaciones previas con animales y con la técnica. «Nos decidimos. Lo tenemos que hacer y ya está». Así, en mayo de 1984 se llevó a cabo la intervención. Bonnín señala que su papel fue el de la extracción del corazón del cuerpo del donante en el Hospital de Bellvitge: «Fue una cosa muy comentada también porque del mismo donante se pudieron aprovechar todos los órganos: el corazón, el hígado, los pulmones, los riñones y la córnea que ahora es frecuente pero entonces no se hacía y salió publicado hasta en Estados Uni
dos». El paciente del primer trasplante cardiaco sobrevivió nueve meses. Un año después se llevaron a cabo otros en Madrid y en Pamplona.
«Cambió la mentalidad en todos los centros. Antes no había ánimos porque había habido malas experiencias», dice Bonnín.
Cuarenta años después, el doctor explica que la técnica es en la práctica casi la misma. «Sin embargo disponemos de muchos más sistemas para tratar problemas cardiacos y hemos aprendido muchas cosas en inmunología», hasta el punto, señala, que hay pacientes que son retransplantados y casos en los que esos
avances hacen que algunos corazones transplantados permanezcan el receptor hasta treinta años.
«Ahora el problema es que no hay suficientes donantes», apunta el especialista y de ahí, los intentos que se han llevado a cabo con órganos de animales modificados genéticamente. Añade que «implica muchas más complicaciones que entre humanos».
Ante todo ello, Bonnín reflexiona: «No vivimos eternamente pero hay que procurar vivir lo más posible» y en eso entra el transplante «para personas que no tienen posibilidad de vivir y a las que no les queda otro remedio».
«Fue un estímulo y una cosa de la que nos sentimos muy orgullosos. Cambió la mentalidad» Oriol Bonnín CARDIÓLOGO