De la gimnasia a la gran pantalla
➧ Alex Moody interpreta un pequeño papel en ‘Caída libre’, protagonizada por Belén Rueda y producida por Juan Antonio Bayona
El escenario de la pandemia fue en el que se enmarcó la discreta despedida de una de las gimnastas de rítmica más laureadas y elegantes de la historia de Mallorca. Alex Moody (Luxemburgo, 2002) ponía fin a un largo calvario de lesiones y dejó de darle vueltas. Decidió poner rumbo a Barcelona a la caza de su gran sueño. «Desde pequeña, siempre quise ser actriz», confesaba a Ultima Hora en 2021.
Y ha alcanzado su objetivo tras años de sacrificios, buscando una oportunidad que le ha llegado con unos mentores de prestigio. Porque días atrás, la exgimnasta pudo verse en un escenario de gran nivel y en la gran pantalla, donde da forma a un pequeño papel en Caída libre, la película dirigida por Laura Jou y producida por Juan Antonio Bayona en su reencuentro con Belén Rueda, ha
cia quien se deshace en elogios Alex Moody, y que encabeza el reparto junto a Irene Escolar.
La exgimmasta encarna a una de las deportistas de rítmica entrenadas por Marisol -nombre del personaje que interpreta Rueda-,
que entremezcla sus problemas personales y profesionales con la dureza y exigencia del deporte de alta competición.
Marisol (Belén Rueda) es una conocida entrenadora metódica, controladora, autoritaria y sin apenas capacidad de autocrítica, que ha construido un mundo a su medida, aunque se viene abajo cuando su marido le confiesa que se marcha de casa para rehacer su vida al lado de otra mujer más joven, por lo que la entrenadora emprende una excéntrica carrera para intentar recuperarlo.
La experiencia de Alex Moody como exgimnasta de rítmica en el CAR de León y con el equipo nacional, además de su saber estar en el tapiz y en un escenario conocido, han jugado a favor de su presencia dentro del reparto de Caída libre, en la que la ucraniana Maria Netavronana -gimnasta ucraniana que llegó a España a consecuencia de la guerra- destaca como revelación y parte activa del film que ha supuesto el bautismo mediático en la gran pantalla de Moody, que anteriormente había participado en diferentes cortometrajes (Si las paredes hablaran, Cayendo...) o anuncios publicitarios.