NUEVA YORK ERA (Y ES) UNA FIESTA
Inspirado en el exclusivo Metropolitan Club de Manhattan, el nuevo ‘clutch’ de CH Carolina Herrera celebra el primer desfile de la casa a principios de la década de los ochenta.
HERRERA SE ESTRENA COMO EMBAJADORA GLOBAL DE L A FIRMA QUE FUNDÓ EN 1981
el día de 1981 en el que Carolina Herrera presentó su primera colección en el Metropolitan Club de Nueva York, a Steve Rubell —dueño de Studio 54— no lo dejaron entrar por no llevar corbata. El rey de la noche tuvo que cruzar a Bergdorf Goodman para comprarse una. Esta anécdota resume la atmósfera de aquel glorioso desfile en el que no faltaron Andy Warhol, Bianca Jagger o la mítica editora de Vogue Diana Vreeland. Para celebrar ese debut memorable, llega el nuevo Metropolitan Insignia Clutch, el aliado perfecto de los característicos vestidos de cóctel de la firma.
Este diseño nace en un momento especial. Después de 37 años, la musa de la camisa blanca y los modales impecables acaba de dejar la dirección artística de la marca para convertirse en su embajadora global. Wes Gordon, su consultor creativo durante los últimos 11 meses, toma el relevo. Entre los logros de la gran dama del Upper East Side destacan generar unas ventas de 1.400 millones de dólares anuales, convertirse en una de las mujeres mejor vestidas del planeta o ganarse el favor de estrellas del cine ( Renée Zellweger, Amy Adams) y personalidades como Hillary Clinton, Caroline Kennedy o la reina Letizia. “La moda ha cambiado mucho. Ahora gusta lo feo. Hay mucha presión para cambiar. Pero es mejor llevar lo que te sienta bien. Ser constante”, le contaba recientemente a la crítica de moda Vanessa Friedman. Este bolso de noche dedicado a sus inicios cierra una etapa extraordinaria. Todas las piezas del puzle encajan. –