La Mezcla Perfecta
JAZZ EN DIRECTO, DECORACIÓN COLONIAL Y UNA CARTA DE CÓCTELES QUE LLEVA DE VIAJE AL CARIBE. ASÍ ES EL NUEVO LOCAL DE ADRIANA CHÍA, LA REINA ESPAÑOLA DE LA MIXOLOGÍA
Suena jazz en directo mientras uno se acomoda en un gastado sofá chéster con un daiquiri memorable. Un piano, una vieja máquina de escribir y algunas plantas tropicales completan la escena. En plena Diagonal, una de las calles más bulliciosas de Barcelona, acaba de abrir La Antigua Compañía: un local que transporta a la Cuba más hedonista y haría sentir al mismísimo Ernest Hemingway como en casa. Detrás de la barra —y de la idea— está Adriana Chía ( Barcelona, 1992), la primera mujer que gana el certamen World Class Competition, convirtiéndose en la mejor bartender española. VANITY FAIR: Solo tiene 25 años y ya es un referente de la mixología. ¿Cómo llegó a este mundo? ADRIANA CHÍA: Mientras estudiaba Diseño Gráfico comencé a trabajar en un restaurante con coctelería. Me gustó tanto que al cabo de cuatro años, cuando finalicé la carrera de Artes Finales y Diseño Gráfico, decidí cambiar Illustrator y Photoshop por cocteleras y jiggers. V. F.: ¿Cómo define sus cócteles? A. C.: Si tuviera que utilizar una sola palabra, los señalaría como gastronómicos. Después de mi paso por restaurantes de alta cocina y de trabajar con chefs tan reconocidos como Albert y Ferran Adrià, los hermanos Torres o Diego Guerrero, quise aplicar a las bebidas todo lo que aprendí de ellos. V. F.: Respecto a otras coctelerías, ¿qué tiene su local de diferente? A. C.: Hacerte viajar en el tiempo, hasta la época colonial, a través de aromas, sabores y sensaciones. Además, contamos con actuaciones de música en directo —jazz, soul, funk o salsa— y un cuidado menú gastronómico. V. F.: Ahora mismo, ¿cuál es la bebida que arrasa? A. C.: La moda hoy es dejarse llevar. La mayoría de los clientes que nos visitan, de célebres cocineros a actores de Hollywood, dejan las puertas de sus mentes abiertas para que los sorprendamos. V. F.: ¿Qué es lo más curioso que le ha ocurrido tras la barra? A. C.: Podría escribir un libro con anécdotas, me han pasado cosas increíbles. Pero una de las premisas que tenemos en el bar es el respeto a la intimidad de nuestros clientes.
Lo que pasa en el universo de la coctelería se queda en la coctelería.