DIVAS OPUESTAS
Nicki Minaj y Anna Calvi han hecho de la excentricidad su santo y seña, aunque desde parámetros artísticos muy distintos y con declaraciones de intenciones casi opuestas. Ambas estrenan disco y aprovechamos para ponerlas frente a frente.
Nicki Minaj y Anna Calvi sacan disco con premisas muy distintas.
ANNA CALVI: HECHIZO ‘ INDIE’
Contar tus lanzamientos discográficos con sendas nominaciones a los prestigiosos premios musicales Mercury es toda una hazaña en un mercado tan exigente y competitivo como el británico. Lo ha logrado Anna Calvi desde su debut en 2011 con su disco homónimo. Aventajada guitarrista, con una voz a ratos reminiscente de PJ Harvey o Marianne Faithfull e influencias que van de Maria Callas a Nina Simone o Ennio Morricone, la británica es una de las personalidades más apasionantes del indie de la última década. Marcas como Gucci, Chanel, Fendi o Chloé han confiado en ella, en su inseparable Telecaster y en su intensa personalidad en directo e indiscutible encanto. Con Hunter, su nuevo disco, el hechizo seguirá intacto.
NICKI MINAJ: DETERMINACIÓN EXPLOSIVA
A través de un estudiado exceso estilístico y musical, Onika Tanya Maraj, más conocida como Nicki Minaj, se ha labrado una carrera asentada en el talento para crear una melange mestiza y bailable de pop y hip-hop y para saber explotar una voluptuosa imagen que escapa de lo normativo por naturaleza y por voluntad. Nacida en Trinidad y Tobago, la heredera millennial de Mae West y Mamie Van Doren lleva una década encadenando éxitos desde que su primer single, Starships, vendiese más de 13 millones de copias. Ha protagonizado videoclips explosivos como el de Anaconda y ha llamado la atención de Madonna, dejando por el camino un rosario de imposibles estilismos en los que abundaban el glitter, el rosa chicle y lo ceñido. Su cuarto álbum, Queen, promete más madera.