JOYERÍA NOVENTERA
La nueva colección de joyas y relojes de Calvin Klein es el nexo de unión entre la colección de 1994 y la de la presente temporada.
El minimalismo regresa de la mano de su adalid, Calvin Klein. ¡Viva el revival!
la edición digital de Vogue USA señaló el desfile primavera-verano 1994 de Calvin Klein como uno de los 15 más influyentes de una década que el diseñador resumía así: “Los noventa son la era de lo personal, del individualismo, de no hacer alardes”.
Aquella fue la colección de los lánguidos vestidos lenceros que popularizó K ate M oss, de las prendas fluidas y simples que marcarían una era y zanjarían otra. “La del vestida para triunfar que ha sido rápidamente reemplazado por ese cierto abandono femenino, fuerte y delicado a la vez”, rezaba el artículo, que ponía a la célebre modelo británica como ejemplo. Veinticuatro años y un nuevo director creativo después — el belga Raf Simons, que ha rebautizado y relanzado la enseña bajo la denominación Calvin Klein 205W39NYC—, las líneas maestras de esa estética siguen plenamente vigentes.
En aquel entonces, Raf Simons tenía 26 años y acababa de lanzar su colección masculina bajo su firma homónima. Dos años después, presentó junto a su entonces pareja, su compatriota Veronique Branquinho, su primer desfile en París, “una versión renovada y completamente en negro del típico universitario angloamericano, con música pospunk y new wave a todo volumen”, recordó el periodista Bob Colacello en Vanity Fair hace justo un año. En la entrevista, la primera que concedió Simons tras su desembarco en Calvin Klein, el diseñador repasaba sus referentes. “Durante años me obsesionó Helmut Lang. Y luego también Miuccia Prada, Jil Sander y Calvin Klein”, admitía en alusión a los precursores del minimalismo de los años noventa. Un influjo que le acompañó durante su etapa en Christian Dior, donde asumió el difícil reto de sustituir a John Galliano, y que le inspira hoy en su exitosa etapa al frente de Calvin Klein.
Su tercera colección para la casa estadounidense, que presentó en febrero en la Bolsa de Nueva York, ha sido alabada por la crítica. Como en las anteriores, Simons reflexiona sobre la cultura americana y reinventa el legado de su antecesor. Los camisones de ayer son vestidos del siglo XIX en tul. Los abrigos de cuadros de hoy remiten a las americanas en idéntico motivo de 1994, también los pantalones fluidos son herederos directos de aquellos de satén blanco. Y las joyas y relojes de este otoño-invierno, en materiales como el acero inoxidable y el PVD de oro rosa o amarillo, son el nexo definitivo entre un pasado glorioso y un futuro brillante.
“LOS NOVENTA SON LA ERA DEL INDIVIDUALISMO, DE NO HACER ALARDES”, RESUMIÓ CALVIN KLEIN