A LA ITALIANA
Favorita del ‘star system’, la diseñadora Elisabetta Franchi se ha convertido en la mejor abanderada de la sensualidad mediterránea.
elisabetta Franchi (Bolonia, 1968) recuerda perfectamente su primer diseño. “Utilicé unas cortinas de casa para hacerle un vestido a mi muñeca preferida. A mi madre no le hizo mucha gracia”, nos cuenta entre risas. Era una niña de ocho años, pero ya tenía claro lo que quería ser de mayor: diseñadora de moda.
Sentada en su nueva y exclusiva tienda de la madrileña calle de Claudio Coello, con un cigarrillo electrónico en la mano y rodeada de su equipo, la creadora es la viva imagen de la diva mediterránea. Va vestida completamente de negro, lleva unas sandalias de tacón infinito, habla apasionadamente (solo en italiano) y ríe con fuerza. “Soy de Bolonia, una región en la que las mujeres tienen mucho carácter y predomina el matriarcado”, señala. Hija de un ama de casa y un operario, su vida siempre ha estado vinculada a esta ciudad histórica del norte de Italia. Allí nació, creció, estudió moda y fundó su sello en 1996. Y todavía hoy —cuando lidera una firma global presente en más de 1.100 puntos de venta y 66 tiendas propias— sigue siendo su hogar para ella, su marido y sus dos pequeños, una niña de 10 años y un niño de seis.
Estandarte del made in Italy, en 2014 debutó en la semana de la moda de Milán. Sus colecciones sensuales y femeninas rápidamente conquistaron al star system, incluyendo a iconos como Angelina Jolie o Amal Clooney. “Mis musas tienen algo especial. Derrochan clase y a la vez son increíblemente fuertes”. Al igual que otras importantes casas italianas —Gucci y Versace entre ellas—, Elisabetta Franchi no utiliza pieles en sus creaciones. “A raíz de nuestra colaboración con la asociación LAV —una organización animalista— he descubierto que a los animales los matan de una manera brutal para hacer la ropa. Me he convertido en una gran defensora de sus derechos”.
Su perfil de Instagram, donde atesora un millón de seguidores, procura transmitir un mensaje: “Más allá del glamour y la perfección, la moda también implica sacrificio. Soy una mujer trabajadora, emprendedora y madre. Todo eso es la esencia de Elisabetta Franchi”.