24 años
Nuestra idea es buscar fórmulas alternativas juntando de forma temporal a jóvenes artistas en espacios en desuso COLABORACIÓN Su proyecto colectivo intenta desafiar el pensamiento dicotómico.
Venezolana por nacimiento, con solo 10 años se fue a vivir a España, concretamente a Madrid, de donde se mudó a Milán para estudiar la carrera de Artes Visuales en la ciudad italiana. Allí descubrió su verdadera vocación: “Mi trabajo como artista se basa principalmente en escultura, instalación y vídeo. Investigo temas relacionados con el cuerpo y sus procesos naturales, como la digestión, entendida como proceso de transformación y búsqueda de placer”.
Pero además, Isabella se encarga de promocionar la obra de otros artistas a través de dos proyectos. El primero, Luminous Studio, es una línea de joyería que ha creado con su madre, la diseñadora Maggi Toro, y donde ambas colaboran con otros artistas contemporáneos. Durante ARCO, expondrán en su showroom de Madrid las piezas creadas con la también venezolana Lucía Pizzani.
Y el segundo es Archipiélago, un proyecto expositivo independiente del que forma parte junto con Esther Merinero, Amalia Aranguren y Rodrigo Camino. “Nuestra idea es buscar fórmulas alternativas juntando temporalmente a jóvenes artistas en espacios en desuso”.
Así, el pasado mes de septiembre llevó su última exposición al imponente edificio de la antigua Embajada británica en Madrid. Por el momento, sus obligaciones inmediatas la retendrán en el Reino Unido, donde está terminando un máster en Bellas Artes por la Goldsmiths University of London.