CASA MUSEO LOPE DE VEGA
“Puede sonar a tópico, pero los grandes viajes se pueden hacer también hacia dentro. Encontrar un rato para respirar, ver qué pasa con tu cuerpo y reconducirlo todo es fundamental. Se puede hacer en cualquier parte, pero a mí me gusta ir al jardín de la Casa Museo Lope de Vega. Hay que pedir cita, aunque casi siempre está vacío. Es mi pequeño rincón secreto”. Calle Cervantes, 11. Madrid.