EN BUSCA DEL BORDADO PERDIDO
Que vienen las traperas de Madrid! Esto es lo que escuchan Teresa MuñozRojas y Silvia Delgado de Torres cada vez que van a uno de los pueblos de Toledo — Navalcán, Lagar tera, Tor r ico y Herreruela de Oropesa— donde han fraguado su marca, Iloema, con la que quieren reivindicar la artesanía textil española.
En su primera colección, que acaban de presentar en la galería Maisterravalbuena de Madrid, han hecho una relectura de los bordados tradicionales de esa zona. Todo, con la complicidad del artista Antonio Ballester Moreno, cuya muestra ¡Vivan los campos libres de España! fue una revelación para ellas. “En cuanto la vimos, dijimos: ‘Es nuestro hombre”, recuerda la primera. “Llevaba dos meses esperándoos’, nos dijo cuando lo llamamos. ¡Nos dio un subidón!”, añade su socia. Los tres estudiaron en el Colegio Estudio, en donde “hay mucha sensibilidad por el arte y los trabajos manuales. Cada año representábamos un Auto de Navidad vestidos con trajes regionales, por ejemplo”.
El resultado es una serie limitada de 30 piezas de cada dibujo del artista bordadas en almohadones, colchas y manteles de lino. En ellos, Ballester Moreno reinterpreta motivos ancestrales como el cedazo, “típico de la gorguera de los señores de Lagartera, que inspira el sol de los cojines”. El artista y las bordadoras han establecido un diálogo fructífero. No ha sido un “yo hago este dibujo y vosotros os apañáis”.
En la pasada edición de ARCO las Iloema vistieron la mesa de uno de los desayunos con coleccionistas. “De ahí salieron varios pedidos para América. De personas que aprecian el trabajo artesano y nos decían: ‘¡Qué proyecto más bonito y qué bien hecho está!”, presumen. Inmersas también en la elaboración de su línea comercial, en la que actualizan el ajuar convencional, ya planean la próxima parada de este particular “viaje” por la Península: “Sevilla y el mundo del bordado del oro, que es un desafío. ¡Pero es que en España hay muchísimas cosas!”. Buscan artista, por cierto.