PIONEROS EN CAMBIAR EL MUNDO
Era 1976 y ya parecía urgente apoyar la innovación, la valentía, el activismo y el talento ante un mundo necesitado de todos estos atributos. Ese mismo año el Rolex Oyster, el primer reloj sumergible, cumplía cinco décadas. Aquel modelo no solo era waterproof, sino que el sellado de su carcasa lo hacía resistente al polvo, a los golpes y a la dureza de las condiciones climáticas extremas. Todo esto lo convirtió en el símbolo de los intrépidos, los exploradores, los que rompían los límites y las convenciones.
No fue casualidad que la marca suiza introdujera en el mercado esta novedad. Los propietarios de la firma habían sido también grandes pioneros: lord Hunt había subido al Everest, sir Francis Chichester había navegado alrededor del mundo en solitario, Jackie Stewart y Arnold Palmer eran leyendas del automovilismo y del golf.
“Comen zamos los Premios ala Iniciativa con la convicción de que teníamos una responsabilidad como compañía de tomar partido activamente en mejorar la vida en nuestro planeta con el deseo de apoyar los valores que fomentamos: calidad, ingenuidad, determinación y, sobre todo, el espíritu emprendedor”, explicaba André J. Heiniger, presidente de Rolex de 1963 a 1992 y fundador de los galardones. Su idea era celebrar el futuro y para ello apoyar con fondos a investigadores independientes que apenas tienen acceso a los cauces tradicionales para lograr financiación.
Desde entonces se han premiado 140 proyectos, entre los que se cuentan físicos, primatólogos, ingenieros, sociólogos, biólogos, directores audiovisuales, arqueólogos, exploradores, geólogos, montañeros, microbiólogos, doctores, educadores, veterinarios y arquitectos.
No solo la diversidad de campos de trabajo es inmensa, también lo es
el perfil de los laureados. En total han participado 33.000 personas de 190 países y el rango de edad es enorme: el premiado más joven tiene 24 años; el mayor, 76.
Gracias a la dotación económica de 200.000 francos suizos (176.836 euros), los cinco ganadores pueden desarrollar proyectos que impactan directamente en el planeta y transforman vidas y comunidades.
Entre los 140 galardonados de estos 43 años destacan un ingeniero electrónico que ha llevado luz a países en vías de desarrollo a través de lámparas led alimentadas con luz solar, un conductor de taxi de París que se convirtió en una autoridad mundial en escarabajos de tierra nepalíes, un bioquímico mexicano que se transformó en un experto en la música folclórica de su país, un emprendedor indio cuyo trabajo para reducir las muertes en accidentes de tráfico en la India cristalizó en una ley en el Tribunal Supremo, una mujer francesa que crea escuelas para los nómadas en Siberia o una boliviana que rescata la tradición textil de su país. Este año los premios se entregarán en Washington el día 14 de junio en el Instituto Smithsonian. Hasta allí acudirán los 10 finalistas, de los que el jurado escogerá cinco proyectos —aunque en esta edición, por vez primera, también habrá votaciones populares online—.
Desde el comienzo, una parte de su complejidad pero también de su excelencia correspondía a la selección del jurado. En esta ocasión cuenta con personalidades como Jonathan Baillie, director científico de National Geographic o la alpinista Laurence de la Ferrière. Tradicionalmente, otros miembros han sido Don Walsh, que llegó al punto más profundo del océano en 1960, o sir Edmund Hillary, el primer hombre en conquistar el Everest, aquel precursor al que cuando preguntaron por qué subir esa montaña dijo: “Porque estaba allí”. Una de las motivaciones para cuidar y conocer lo que está aquí.