Vanity Fair (Spain)

VIVA VALENTINO!

- _ORES LARIO

Aunque no lo crea, Valentino Clemente Lu do vico(Vogh era, Garavani 1932) no tuvo su epifanía por el color que lo ha hecho célebre en Roma, desde donde ha desarrolla­do su carrera, sino en Barcelona. “Asistí a la representa­ción de Carmen en el Gran Teatre del Liceu y el rojo de la sala, el vestuario de la obra y las flores me inspiraron”, recuerda el modista, que conmemora este año el 60º aniversari­o de la inauguraci­ón de su primer taller en la capital italiana.

A sus 87 años, Valentino se mantiene fiel a su imagen, a su sempiterno bronceado y a su cabello cuidadosam­ente peinado hacia atrás. También a su estilo de vida. Vive rodeado de sus perros y de sus amigos famosos, como Gwyneth Paltrow o Naty Abascal, a quienes reúne cada verano a bordo de su yate de 47 metros de eslora, el TM Blue One. Allí festejó su cumpleaños en mayo con los príncipes Pablo y Marie- Chantal de Grecia o Carlos Souza y su mujer, Charlene Shorto. Varios días de celebracio­nes en alta mar o por las calles de Capri de los que dio buena cuenta en su Instagram, ante sus 1,4 millones de seguidores. “Me rodeo de mi familia y de mis viejos amigos, de nuevas generacion­es. Necesito viejas historias e ideas nuevas”, nos cuenta.

Las primeras arrancan en su infancia, como su inclinació­n hacia la moda: “Situacione­s como ver a mi tía prepararse para un baile o para la primera comunión de mi hermana despertaro­n mi interés”, asegura. A los 17 años se instaló en París con una beca para estudiar Diseño. “Mis padres siempre lo aceptaron. Quizá con preocupaci­ón, pero con todo el apoyo, económico y moral, que necesitaba”, evoca. Allí trabajó para Jean Desses o Guy Laroche, sus mayores influencia­s. “Viví el momento más

creativo de las grandes casas de París, de Dior, Chanel, Fath… Son las responsabl­es de que me convirtier­a en lo que soy”, reflexiona.

Tras su paso por la capital francesa, se instaló en Roma, donde fundaría su firma arraigada en el glamour clásico. Garavani despuntó gracias a su visión depurada de la alta costura. La precisión del corte y la ligereza de sus piezas son las señas de una marca que confeccion­a prendas que subliman a la mujer que las lleva. Esa maestría cautivó a clientas como Audrey Hepburn y Grace Kelly o las españolas Naty Abascal y Rosario Nadal. Cuando Jackie Kennedy se casó, en octubre de 1968, con Aristótele­s Onassis, le encargó su vestido de novia. En 2001, Julia Roberts recogió su Oscar por Erin Brockovich con una de sus creaciones. “Siempre me ha alegrado ver a las celebridad­es con mis diseños en ocasiones especiales”, se jacta. “Elegir a una por encima del resto sería un error”.

Su trayectori­a culminó en 2008, con su último desfile de alta costura en París. El año anterior, dejó la dirección creativa de la maison en manos de Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli —“Mi asistente para accesorios durante 13 años. Ambos hacen que me sienta muy orgulloso de sus logros”—. En 2016, y tras la marcha de Chiuri a Dior, Piccioli se quedó como responsabl­e único de la firma. “Él conoce mi archivo mejor que yo mismo, y reconozco el espíritu de la marca que he creado en cada vestido”, sentencia el maestro. A veces, piensa que se jubiló demasiado temprano. “Pero era lo correcto, ya que la moda de hoy está muy lejos de mi gusto”. Dice que su éxito no tiene secretos. “Solo talento, suerte, confianza en mí mismo, capacidad para no dejarme confundir por las críticas… y tener cerca a Giancarlo Giammetti [su socio y compañero durante las últimas décadas]”. Bravo.

 ??  ?? El modista italiano posa rodeado de maniquíes vestidas de rojo Valentino y de sus pugs en una de las páginas del libro Una Grande Storia Italiana. Valentino Garavani (Taschen). EL EMPERADOR Y SU CORTE
El modista italiano posa rodeado de maniquíes vestidas de rojo Valentino y de sus pugs en una de las páginas del libro Una Grande Storia Italiana. Valentino Garavani (Taschen). EL EMPERADOR Y SU CORTE
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain