‘MÁQUINAS COMO YO’
I A N MCE WA N
tecnológica, En su primera ucronía McEwan vuelve al Londres de los ochenta, pero es un Londres bladerunnesco en el que hay un tipo de androides, llamados Adanes y Evas, que pueden solucionar ciertos aspectos de la vida de sus dueños de una forma tan creativa como puedan imaginar. Los androides existen porque Alan Turing no se suicidó y siguió estudiando la IA hasta dar con ellos. ¿Qué va mal? La vida de Charlie, el protagonista, que compró uno, lo programó y ahora tiene problemas con su amante porque el robot ha descubierto su secreto.