REFORMA DE POSGUERRA
Así reconstruyó Cayetana de Alba el palacio de Liria.
La reconstrucción de Liria es mi obra más preciada y de la que me siento más orgullosa. Supongo que eso me otorgará un huequito en la historia, y no por las tonterías que ahora se dicen de mí en cierto tipo de prensa, lo que me resulta repugnante, aunque, en general, siempre me he llevado bien con la mayoría de los periodistas”.
tenía 10 Cayetana Fitz-James Stuart años cuando en el otoño de 1936 ella y su padre, , recibieron una
Jimmy Alba fatídica llamada en la habitación del hotel Claridge’s de Londres, donde se habían instalado huyendo de la Guerra Civil. “Nos hemos quedado sin casa. Han bombardeado Liria y todo está destruido por las llamas”, le dijo el duque de Alba a su hija. Del palacio, obra del arquitecto , solo
Ventura Rodríguez permanecieron los muros exteriores, las estatuas y los escudos.
Acabada la contienda, la duquesa de Alba y su progenitor acordaron que lo reconstruirían. Las obras duraron ocho años: comenzaron en 1948 y acabaron en 1956. “Podíamos haber vendido el terreno. Había planes para que esa zona se convirtiera en un área de rascacielos”, contó la aristócrata en Yo, Cayetana (Espasa), las memorias que escribió en 2011, tres años antes de morir. Pero no fue así. Tras el fallecimiento de su padre en 1953, prosiguió con la faraónica tarea. Hoy en día, el palacio luce majestuoso entre la paz de sus jardines y la guerra del tráfico en el centro de Madrid.
Además, desde este 19 de septiembre, el edificio está abierto al público. Los visitantes podrán pisar por primera vez algunas de sus estancias más preciadas, como la biblioteca. Entre sus estanterías, la primera edición de El Quijote, el último testamento de , las cartas
Fernando el Católico de navegación que llevaron a
Colón a América, así como numerosos incunables. El tour también mostrará la gran joya de la Casa de Alba: su colección pictórica. En los salones del primer piso se exhibe una notable serie de cuadros de las escuelas italiana, flamenca y española, entre los que destacan Duquesa de Alba de Blanco y Marquesa de Lazán, ambos de ; Fernando Álvarez de Toledo III
Goya duque de Alba, de ;o La infanta
Tiziano Margarita, de .
Velázquez Jimmy Alba comenzó a proteger las obras de arte de la familia ante el exilio del rey en 1931 y las
Alfonso XIII primeras revueltas. Embaló las más importantes y las mandó a la embajada británica de la capital, en cuyos sótanos se protegieron hasta el fin de la guerra. Lo mismo hizo con los gobelinos: los envió a la Real Fábrica de Tapices. Aunque hubo muchas obras que no sobrevivieron. “La bomba que más daño hizo cayó sobre mi dormitorio. Se perdió por completo, incluido el cuadro de la Virgen que había”, escribió Cayetana en su biografía.
Veinte años después de la desolación causada en el edificio por la Legión Cóndor durante la toma de Madrid, el palacio recuperó el esplendor del pasado. Liria recibió de nuevo importantes visitas —como la de la reina
, en su primer y último Victoria Eugenia viaje a España tras el destierro— y se convirtió en epicentro de la vida social. Uno de los primeros eventos que se celebró en el renovado palacio fue la presentación de la colección primaveraverano 1959 de la maison Dior a cargo del diseñador .
Yves Saint Laurent Cayetana estaba feliz de volver a vivir y recibir en Liria. Allí nació en 1926 mientras su padre cenaba en el comedor cercano a la habitación con el médico , el filósofo
Gregorio Marañón y el escritor José Ortega y Gasset
. A partir del Ramón Pérez de Ayala día 19 podrán visitar Liria y evocar sus maravillosas historias —dicen que por sus pasillos vaga el espíritu de
—. Lo que ya no Eugenia de Montijo encontrarán es a otro de sus tesoros: la duquesa de Alba.