CUPRA SE AFIANZA
Hace un año y medio, SEAT presentaba al mundo a Cupra, división nacida del ‘racing’ y la deportividad con intenciones de convertirse en la segunda marca de la casa barcelonesa. En poco tiempo, han logrado lo impensable.
Lanzar toda una gama es una tarea de titanes. Un empeño en el que el presidente de SEAT, , apostó alto cuando Luca de Meo nos convocó hace más de un año con un objetivo sorprendente: . Ese nombre, Cupra que hasta entonces solo era el de los modelos deportivos de gama alta y de racing, pasaría a ser una marca comercial propia con autonomía y una identidad visual potentísima. En ella, materiales de lujo y alto rendimiento —asientos de alcántara, elementos en fibra de carbono, etcétera— se darían la mano con el segmento SUV para dotar a los coches favoritos del público actual de la deportividad y las emociones tradicionalmente ausentes. El primer ejemplo, el emblema hasta ahora, es el
, un coche totalmente distinto de su referente Cupra Ateca urbano creado para unir lujo, potencia y confort (desde 45.550 euros). En los flancos, las versiones Cupra del León, remozado y digitalizado para exprimir un potencial que no caduca. Y en la recámara, el , un
Formentor SUV híbrido presentado en Ginebra hace unos meses y que ya está en pruebas. El Cupra Formentor, de hecho, acaba de ganar el concurso de Marcas de Automoción del Consejo Alemán de Diseño, un galardón que demuestra que el ADN de Cupra, tan a contracorriente de lo habitual, evoluciona en la dirección correcta. Elementos exclusivos, alma de deportivo y diseños de adrenalina pura. Sí, hace 19 meses, parecía una locura.