NOS VAMOS DE ‘PUBS’
Concretamente, al del cantante James Blunt y su mujer, Sofia Wellesley.
El próximo 25 de octubre James Blunt lanza su sexto disco, ‘Once Upon a Mind’. Pero la música no es la única actividad del autor de ‘You’re Beautiful’. Él y su esposa, la aristócrata inglesa Sofia Wellesley, nieta del octavo duque de Wellington, nos abren las puertas de su elegante ‘pub’ de Londres, The Fox & Pheasant. Repasamos su amistad con el príncipe Harry y los vínculos de Sofia con Mallorca, la isla donde vivió de pequeña.
Hace dos años James Blunt (Tidworth, Reino Unido, 1974) se encontraba en los baños del Soho House de Berlín cuando uno de los clientes lo sorprendió haciendo una foto furtiva a un urinario. “No había forma de justificarme”, reconoce el cantante mientras se acomoda en su silla. “El tipo seguramente me reconoció. Debió de pensar que era un freak absoluto”. Pero a Blunt le daba igual lo que opinara aquel tipo. Lo único que le importaba era el diseño de ese urinario. Tras tomar la foto, se fue directo a Internet y compró tres. Lo cuenta con una mueca infantil y triunfante. Parece orgulloso de sí mismo y debería estarlo. Además de haber vendido más de 20 millones de discos, realizado cinco giras mundiales, todas sold-out, y acumular casi dos millones de seguidores-fans en Twitter gracias a su corrosivo sentido del humor —en su descripción dice: “La prueba de que una sola canción es todo lo que necesitas”—, ahora es también dueño de un pub. “Ahí fue donde coloqué los tres urinarios”, cuenta mientras señala hacia el baño de hombres, al fondo a la derecha. El 25 de octubre lanza su sexto disco, Once Upon a Mind.
Estamos en The Fox & Pheasant [el zorro y el faisán], un pub del siglo XVII que reabrió sus puertas hace ahora 16 meses. El local, totalmente restaurado, está en una calle de antiguas caballerizas reconvertidas en viviendas donde Blunt y su esposa, la aristócrata Sofia Wellesley, solían vivir —ahora se han mudado a la vuelta de la esquina—. Antes de su transformación, The Fox & Pheasant era un bar de futboleros estridentes —el estadio del Chelsea, el Stamford Bridge, se encuentra muy cerca— donde se servían pintas y cortezas de cerdo en mesas grasientas. Presumía de tener una gruesa capa de pintura marrón en prácticamente cualquier superficie y el área para fumadores estaba situada en una fría zona de hormigón. “Era muy básico”, comenta Sofia con diplomacia. “No era tan cálido y amigable, pero era un buen pub. Estaba en el vecindario y a veces íbamos ahí con amigos”.
Más allá de la música y de la nobleza
Sofia, una mujer llamativamente guapa, es nieta del octavo duque de Wellington. Alta, delgada, con cabello rubio hielo y ojos azules, forma con James la pareja perfecta. El artista conoció a la bella aristócrata hace siete años, se casaron en Mallorca en 2014 y tienen dos hijos. Aunque no quieren darle importancia, son uno de los matrimonios mejor relacionados socialmente. Entre sus amigos hay celebrities y royals: Ed Sheeran es padrino de su primer hijo y James conoce al príncipe Harry desde que coincidió con él en la Armada británica. De hecho, él y su esposa asistieron a la boda de Meghan y Harry, donde se les vio charlar animadamente con sir Elton John y su marido, David Furnish, antes de la ceremonia. El vestido de flores bordadas de Red Valentino que lució Sofia la convirtió en una de las mejor vestidas del evento y una de las más aplaudidas por la prensa. Hoy, llega a nuestra cita luciendo un exquisito vestido de Dolce & Gabbana con brocados metálicos. Cuando baja las escaleras, James se entusiasma: