REINAS de HUNGRÍA , REINAS de las REDES
El primer perfume data del siglo XIV y fue formulado para Isabel Hungría. de Siete siglos después, su aroma pervive en la bruma Queen of Hungary. La joya de la corona de Omorovicza, una firma cosmética tan húngara como la célebre reina, que combina los beneficios terapéuticos de las aguas termales de Budapest con los avances de la dermocosmética, y que hidrata y aporta un brillo único a la piel. Venerada por los entendidos, esta marca se encuadra dentro del universo de la cosmética de autor.
Exclusividad, artesanía, diferenciación, calidad e independen cia son los términos de este mundo, constituido por marcas pequeñas con una historia detrás. Generalmente, la de su fundador, quien las ha creado para dar respuesta a una necesidad personal. Es el caso de Argentum, ideada por Joy Isaacs. En 2010, y tras una cirugía, a su madre le aplicaron vendajes con plata coloidal —un potente antibiótico— infusionada. Ese fue el detonante de su firma.
Basándose en su experiencia como farmacéutico en una clínica privada en Londres, el español Pedro Catalá desarrolló Twelve Beauty, un sello de cosmética natural para pieles sensibles con ingredientes vegetales libres de sustancias nocivas. Sus productos han conquistado a Emma Watson o a Glenn Close. Otra estrella, esta vez de Instagram, es fan absoluta de la firma francesa Irisé: Camille Charrière. Su fundadora, Maude Gay, reivindica el maquillaje con colores muy pigmentados. Cambia, dice, el estado de ánimo. En España se pueden adquirir en Laconicum. Belleza terapéutica, la llaman.