Las MUSAS de RYAN
A su afán por darle protagonismo a personajes LGBT, Ryan Murphy sigue sumando su querencia por las divas de Hollywood que forman parte de nuestra educación sentimental. La segunda temporada de The Politician, recién estrenada en Netflix, es un buen ejempl
Un cada vez más nutrido grupo de actrices veteranas de Hollywood puede confiar en un particular plan de pensiones. Se llama Murphy. Ryan Cuarenta años antes de convertirse en el exitoso creador que es hoy, su abuela y su madre lo llevaron al cine a ver Funny Girl y Murphy salió de aquella película con una epifanía: “Eso es. Soy gay. Y voy a trabajar en el mundo del espectáculo”. La unión de esas dos sentencias lo ha llevado a convertirse en uno de los creadores actuales que más ha abordado lo LGBT en su carrera. Pero que el arcoíris no nos impida ver el bosque: a los chaperos de Hollywood, al Andrew Cunanan de Versace, a las trans de Pose y a los marginados de Glee, hay que oponer otro grupo maltratado en Hollywood, el de las actrices a partir de cierta edad. Oponer o más bien sumar, porque la mitomanía de la que son deudoras sus elecciones de casting no se puede desvincular de las vivencias del adolescente y joven homosexual cinéfilo que fue.
“No lo conocía de nada cuando recibí una llamada de teléfono suya e inmediatamente sentí una confianza profunda en lo que estaba diciendo”, contaba
Jessica Lange a en una entrevista. “Normalmente Charlie Rose no me pasa. Hubo algo que me hizo pensar ‘Quiero trabajar con él”. Murphy, que antes de cocinero/ creador fue fraile/colaborador de revistas como Entertainment
Weekly, había escrito un perfil sobre ella en el Miami Herald de los noventa. No es de extrañar que ella sintiera esta cercanía cuando la llamó para ofrecerle un papel en Murder House, la primera temporada de American Horror Story. Desde entonces Lange se ha convertido en su musa solo compitiendo con
Sarah —a pesar de que Paulson ha Paulson declarado sin acritud que sabe que Lange es la primera en el corazón de su amigo—.
También Murphy había entrevistado a en
Bette Davis 1989. Quién le iba a decir que 30 años después pondría a
a interpretarla Susan Sarandon junto a Lange/Joan
Crawford en Feud. A la segunda ya la tenía ganada, pero a la primera la convenció explicándole que la serie trataba de criticar la querencia del mundo del espectáculo a enfrentar a mujeres.
Y desde entonces, como con afán compensatorio, Murphy no ha dejado de explorar los dúos de mujeres más sabias por viejas que por diablas. y —con la que
Bette Midler Judith Light ya trabajó en Versace— hacen equipo en la segunda temporada de The Politician enfrentándose al joven equipo encabezado por Platt, lo que
Ben sirve para hablar de las rivalidades generacionales en la política. Y en Hollywood hemos visto a mano a mano
Patti LuPone con Taylor. A LuPone la convenció
Holland al explicarle que su personaje era una mujer liberada sexualmente, algo parecido a lo que va a ocurrir con en
Kathy Bates la próxima temporada de American Horror Story, que protagonizará una escena de sexo con Culkin, una escena,
Macaulay que según Culkin, le sirvió para decidir incorporarse a la serie. A no necesitó convencerla: es íntima del
Holland Taylor creador vía Paulson, su novia desde hace cinco años. “Es genial, ahora cuando salimos a cenar los tres, Holland y yo podemos hablar de nuestras cosas y que Sarah diga: ‘¿Pero de qué habláis?’, cuando siempre ha sido al revés”, comenta él.
Cuarenta y cinco años antes de estas conversaciones, el Murphy niño tiraba de monólogos. Durante una pausa publicitaria de Lo que el viento se llevó, su padre lo pilló recitando diálogos de Escarlata O’Hara. “¿Por qué siempre haces de mujer?”. “Porque tienen los mejores personajes”. Hoy muchos niños podrían decir eso de las mujeres mayores de 70 en las series de Murphy.