LA (OTRA) FAMILIA DEL REY
Los cinco hijos de Nicolás Cotoner, marqués de Mondéjar y mano derecha de don Juan Carlos, han arropado al monarca emérito en sus horas más bajas. La Escorzonera, la inca la familia, el lugardonde el rey se refugióantes de abandonar España.
El marqués de Mondéjar arropó a al monarca en sus últimos días en España.
Cuando
Nicolás Cotoner Cotoner, marqués de y
Mondéjar y preceptor del Carlos, falleció rey Juan en 1996 a los 90 años, sus cinco hijos se sentaron frente a la chimenea de su residencia de La Escorzonera, la extensa finca familiar ubicada en El Plantío, en las afueras de Madrid, para cumplir con la última voluntad de su padre. Marta, Íñigo, Nicolás, Luis, fruto del matrimonio María y José del aristócrata con la también noble y millonaria Martos, quemaron María Trinidad toda la documentación sobre la familia real que su progenitor había acumulado durante sus 15 años como primer jefe de la Casa del Rey. Más de 100 cartas personales y documentos únicos sobre los entresijos de la historia reciente de nuestro país ardieron entre llamas. No quedó nada. De ese modo, la familia demostraba su lealtad a la Corona.
Antes de morir, el marqués de Mondéjar también ordenó a sus hijos que cuidaran de don Juan Carlos como si se tratara de un hermano más. El rey se refería a él como “un padre adoptivo”. Hoy los cinco hermanos Cotoner Martos tienen la respuesta a la pregunta más repetida antes de que el rey abandonaraEspaña: ¿dónde ha estado el emérito después de publicarse las informaciones que sostienen que
El rey cenó en la inca de los cinco hijos del marqués de Mondéjar, cerca de la Zarzuela
podría haber cometido varios delitos? Tras pasar el confinamiento en palacio, el monarca encontró refugio en ellos. Durante las últimas semanas, antes de salir del país para no interferir en la labor de su hijo, se desplazó con cierta regularidad hasta La Escorzonera, donde residen cuatro de los cinco hijos de Nicolás Cotoner y Cotoner. Ubicada a tan solo siete kilómetros de palacio, ofrece lo mismo que sus propietarios: discreción y seguridad. Don Juan Carlos cenó allí varios días y asistió a alguna montería. “Se ocuparon de que no le faltase cariño ni entretenimiento. Fueron quizá sus amigos más cercanos en esos duros momentos”, confirma una persona próxima a la familia.
Victoria celebró allí su puesta de largo Federica en 2019.
Pero ¿quiénes son esos anfitriones? Marta, la mayor, es condesa de Coruña, viuda del empresario automovilístico
y una de las mejores Valeriano Barreiros amigas de la Sofía. El segundo,
reina
Íñigo, actual marqués de Mondéjar, se casó en primeras nupcias con la mallorquina Vidal, con la
María del Carmen que tuvo cuatro hijos y quien falleció en un accidente de avión. Tras esta tragedia, volvió a contraer matrimonio con
María Vega-Penichet, miembro de la saga de abogados cubana. El tercero, Nicolás, es marqués de Ariany y su mujer es
Carmen Macaya, prima política de
Cristina Macaya, la anfitriona de Mallorca. La cuarta es María, condesa de La Gomera y esposa de Corsini, presidente de
Miguel
Renfe durante la época de Aznar. El más joven es José Luis, marqués de Bélgida, casado con .
Margarita Corsini
El marqués de Mondéjar conoció al rey con 17 años —a la izquierda, uno de sus primeros encuentros— antes de que este ingresara en la Academia Militar de Zaragoza. Comandante de caballería, le ayudó a preparar las pruebas de acceso. Desde entonces se convirtió en un “fiel consejero”. La Escorzonera que don Juan Carlos visitaba mientras se formaba para ser rey fue, antes de su partida, el lugar idóneo para un monarca acorralado por la justicia.