El confinamiento no es excusa: hay que vestirse bien.
Que Lauren Santo Domingo haya descubierto, a estas alturas, el chándal perfecto, no servirá de excusa. Hay que vestirse siempre bien, aunque sea de puertas para dentro. En el jardín, gabardinas clásicas, sastres de ‘tweed’ y pañuelos de seda. En el salón, vestidos de noche. Y la tabla de yoga, en una esterilla de Versace. Así, sí.