¡AL TEATRO!
THE FLUID FORCE OF LOVE
Jan Fabre presenta en Sevilla The Fluid Force of Love.
ES EL ÚLTIMO ESPECTÁCULO DEL POLÉMICO JAN FABRE, UN DIRECTOR BELGA ESPECIALIZADO EN TENSAR LOS LÍMITES DE LO QUE SE PUEDE HACER O NO SOBRE UN ESCENARIO.
Pocos nombres del panorama teatral reúnen el consenso para admitir la coletilla de vaca sagrada o tótem de la escena contemporánea europea como el de (Amberes, 62 años). Autor, coreógrafo, Jan Fabre director de escena y artista plástico desde hace cuatro décadas, sus provocativas creaciones, algunas elaboradas con fluidos humanos como sangre, otras con insectos o a base de ceniza procedente de la quema de billetes, pueden verse en museos como el Reina Sofía. Pero es en el teatro, en un híbrido entre la performance y la instalación, donde el belga vuelca sus propuestas más extremas. Su última creación, estrenada en abril en Annecy, es una pieza coreográfica para nueve intérpretes en torno al concepto de identidad que lleva por irónico título The Fluid Force of Love, una oda a todas las formas de sexualidad posibles, y a sus manifestaciones románticas, que el artista multidisciplinar nos presenta el 8 y 9 de mayo en el Teatro Central de Sevilla.
Para Fabre, instrumentos como el cuerpo humano y los fluidos son elementos básicos de su lenguaje, que no entiende de restricciones. En 2016, coincidiendo con el 35º aniversario de su compañía, trajo a nuestro país el hito más transgresor de su carrera, Mount Olympus, una bacanal de 24 horas que aglutina las 33 tragedias griegas conocidas. Un orgiástico montaje que reflexionaba sobre la posibilidad de alcanzar la catarsis en el teatro actual, que no escatimaba en sexo explícito —con escena de fisting (introducción de la mano en el recto o la vagina) incluida— y que llevaba a sus intérpretes y a los espectadores a la extenuación física. Su última pieza, más inspirada en el humor absurdo y desvergonzado que en forzar los límites del teatro, se aleja de sus ideas más extremas, pero apuesta igualmente por la incomodidad y la provocación.