NOCTURNIDAD y ALEVOSÍA
Si ha fantaseado con la versión para la noche de su perfume favorito, está de suerte. Sisley lanza Izia la Nuit, la prueba irrefutable de que no solo hacen lo que quieren: lo hacen bien.
Existe un lugar en París, en la orilla izquierda del Sena y cerca del Quai d’Orsay, donde solían coincidir políticos, periodistas, personajes del mundo del espectáculo y amigos personales de la familia D’Ornano. Todos sabían que allí, entre las ocho de la tarde y la medianoche, tenían dos cosas garantizadas: una charla agradable y una patata caliente con caviar. “Puse de moda este tiempo de encuentros desenfadados, que no eran en absoluto frecuentes porque los franceses son muy formales”, reconoce
d’Ornano. Hija de Isabelle un conde y de una princesa
—sí, de los Radziwill que emparentaron con Jackie— esta aristócrata de origen polaco no es solo una anfitriona audaz. D’Ornano es la cofundadora junto a su marido, —fallecido
Hubert d’Ornano en 2015—, de Sisley, la marca cosmética basada en las propiedades de las plantas que, además, cuenta con varias fragancias de culto.
Su lanzamiento más reciente es de hecho un perfume. Uno tan especial y personal como las reuniones que ofrecía la condesa en su suntuoso apartamento decorado por Samuel: Izia la Nuit,
Henri la versión nocturna del clásico Izia. Un aroma floral y amaderado que obedece de nuevo a la filosofía de esta prestigiosa firma familiar: “Nunca hemos hecho estudios de mercado, lanzamos lo que nos gusta”, presume D’Ornano, que presta de nuevo su apodo a la fragancia.
“Izia es el diminutivo de mi nombre en polaco y como me llaman en mi familia”, desveló recientemente la condesa. No olvide pues utilizarla si se deja caer por París. ¡Ah!, y si busca conversación y una patata caliente con caviar, ya sabe.
Ijamás lo confirmó, pero vo Pintanguy la socialite no respetó Sao Schlumberger el posoperatorio… y se le saltaron los puntos del lifting en un vuelo entre Río de Janeiro y París. El cirujano de confianza de la alta sociedad internacional sí contaba en cambio la historia de otra de sus pacientes, “una americana grande, alta y fuerte”: aún convaleciente de su intervención, no dudó en acudir al carnaval. Lo hizo enmascarada… y ligó. Cuando su amante descubrió las cicatrices aún visibles en el nacimiento de su pelo, se desmayó. “Estaba tan traumatizado que tuvo que llevarlo a la clínica. Ella estaba bien”, reveló entre risas el responsable del aspecto jovial de, entre otros, Simpson,
Wallis Kennedy, Bardot, Jackie Brigitte François
o las familias reales de Jordania Mitterand y Marruecos. Todos sin excepción peregrinaban periódicamente a su clínica carioca, que inauguró en 1963 y dirigió hasta su muerte en 2016. Los más afortunados se recuperaban de los tratamientos en su isla privada, Ilha dos Porcos Grande.
Por suerte, hoy los mejores cirujanos del mundo están más cerca. En Madrid, por ejemplo, y
Mar Mira Sofía Ruiz del aplican, previo diagnóstico, protocolos Cueto médico-estéticos a medida “siempre con resultados naturales”. En Barcelona, el doctor
ofrece bótox Fabio Vieira y rellenos de labios, mentón, surcos o nariz… Mejoras que son especialmente demandadas a consecuencia de la pandemia y de las numerosas videoconferencias a través de Zoom en las que lo difícil es no encontrarse algún defectillo que mejorar. Y, a pesar de la mascarilla, hablemos de otro asunto vital: la sonrisa. La odontóloga
Eugenia aprendió su técnica del doctor Cervantes
Apa, el favorito de la actriz Michael Chloë Sevigny. Los tres cuentan con numerosos clientes vips pero, como en el caso de Pitanguy, su discreción es total. Y es que no hace falta ser Sao Schlumberger.
ENTRE 1963 Y 2016 TODO EL MUNDO IBA A RÍO A VER AL DOCTOR PITANGUY. POR SUERTE, HOY NO ES NECESARIO